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Se enteraron por las redes sociales que San Gregorio clamaba ayuda y centenares de voluntarios se volcaron ayer al pueblo originario de la delegación Xochimilco, el más afectado en la demarcación por el sismo del 19 de septiembre.

Las avenidas y entrecalles en los parques sirvieron para acortar la ruta de quienes caminaron por horas. Lo mismo hubo quienes pidieron aventón a camiones de carga, de refrescos, particulares, en motocicletas y mototaxis. La urgencia era ayudar.

El director de Protección Civil de la delegación Xochimilco, José Felipe García Martín del Campo, informó que de las ocho personas que murieron en la zona, seis son de San Gregorio.

Reportó daños por el sismo en más de 350 inmuebles, sobre todo en Santa María Nativitas, San Gregorio y en colonias del centro y barrios de la demarcación. “Con las diferentes dependencias se ha atendido y prestado auxilio a las personas. Finalizamos la fase de búsqueda y rescate y pasamos a la remoción de escombros”, indicó en entrevista.

Dijo que continúan realizando el censo de inmuebles dañados para dar un informe global. “Nos concentramos en San Gregorio porque es la que mayor afectación tuvo y los datos de viviendas afectadas se actualizarán”, indicó.

Brigadas de estudiantes al rescate. Brigadas de alumnos de Medicina, Enfermería e Ingeniería de la UNAM, IPN, Universidad La Salle, UNITEC, UAM, Conalep, UAEM y de la Anáhuac participaron, en conjunto con el Ejército, Policía Federal y Marina Armada de México, en las labores de apoyo a la población afectada en San Gregorio, zona cercana al estado de Morelos, donde se ubicó el epicentro del fatal movimiento telúrico, que ha dejado más de 200 muertos.

Ante la falta de ayuda de personal federal, del gobierno de la Ciudad de México y de la delegación encabezada por Avelino Méndez, los jóvenes se metieron de lleno en los trabajos de remoción de escombros en las viviendas derrumbadas en el centro, las avenidas Insurgentes, Chapultepec y Belisario Domínguez.

Instalaron puestos de atención médica sobre las avenidas Chapultepec, Belisario Domínguez y en el centro de la comunidad, donde se vino abajo la iglesia del San Gregorio Magno.

“¡Curaciones!”, gritaban un grupo estudiantes de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional (IPN) sobre la avenida Belisario Domínguez.

Otra brigada del UNITEC repartía cubrebocas, agua y medicamentos a la población afectada.

Un grupo de mujeres de la Universidad Autónoma Metropolitana y del Conalep ayudaron en la remoción de escombros de varios inmuebles.

Los estudiantes formaron cadenas humanas para el traslado del concreto hacia puntos donde llegaron camiones de volteo para retirarlos.

A las 8:00 de la noche todavía seguían llegando estudiantes y personas de Texcoco, Nezahualcóyolt, Gustavo A. Madero, Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla e Iztapalapa.

También arribaron decenas de brigadas en motocicletas, provenientes de Tepito, Tláhuac, Xochimilco, Tlalpan y de otras delegaciones de la capital y municipios del Estado de México.

Con pancartas con la leyenda “Gracias por la ayuda, brigadistas”, habitantes de la comunidad agradecieron a los centenares de voluntarios que iban y venían sobre Insurgentes, Chapultepec y Belisario Domínguez.

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