politica@eluniversal.com.mx

Dubái tiene su Semana del Diseño en noviembre, donde estudiantes universitarios de todo el mundo presentarán más de 200 proyectos innovadores cuya finalidad es facilitar la vida de las personas. Cuatro de estos proyectos tienen raíces mexicanas y Proback es uno de ellos.

Wendy Cruz Fabián es la creadora de este invento y explica que éste es un accesorio para quienes cuidan a personas con algún tipo de discapacidad motriz. Es un producto dirigido a los “cuidadores primarios”, que pasan buena parte de su tiempo atendiendo a un familiar que no puede valerse por sí mismo.

Se trata de una faja especial con respaldo rígido y abrazaderas para las piernas, un instrumento para prevenir lesiones en personas que necesitan cargar a sus hijos de la cama a la silla de ruedas o para quienes transportan a ancianos impedidos para caminar.

Sonriente, Cruz Fabián recuerda el momento en que recibió un correo para avisarle que su proyecto había sido seleccionado en Dubái: “Me tuve que quedar una hora sentada porque no lograba respirar correctamente de la emoción”. Su trabajo de tres años era reconocido.

Diseñadora gráfica, estudió la maestría en diseño industrial en el 2014 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“[Proback] es un proyecto desarrollado en la UNAM, revisado por sus investigadores [del Posgrado en Diseño Industrial]. Me emociona el que esta sea mi casa, mi laboratorio y mi centro de investigación”, afirma.

Desde que comenzó la maestría, Cruz Fabián buscaba un proyecto de investigación encaminado al problema de la discapacidad en México. Explorando el tema, descubrió que 70% de las personas con estos problemas en el país no cuentan con las posibilidades para comprar productos que los auxilien.

Se refiere a los exoesqueletos con partes motorizadas que ayudan a trasladar a los discapacitados —efectivos, pero muy costosos—. Según sus indagaciones, el exoesqueleto más sencillo cuesta entre 10 mil y 15 mil dólares, el equivalente a 235 mil pesos, mientras que los prototipos de la faja Proback se fabrican por 3 mil pesos.

Una especie de armazón metálico es 7 mil veces más costoso que lo desarrollado por Cruz Fabián, quien considera importante “ser conscientes de la realidad económica del país”. Cuestionada sobre las diferencias entre fajas tradicionales y Proback, explicó: “La faja lo único que hace es contener tus órganos. Proback sí tiene una fajilla interna para que te sujete, pero las cintas que se dirigen hacia la parte trasera con un chaleco, una placa metálica en la parte lumbar, una almohadilla de espuma [memory foam] y los resortes hacen que tu cuerpo esté erguido y mantenga una posición anatómica correcta”.

Tres años de investigación y con los prototipos listos, Wendy Cruz espera encontrar el financiamiento para su proyecto en Dubái. Prevé que la Semana del Diseño en este lugar sea la plataforma ideal para contactar a inversionistas: “Yo espero conseguir allá algunas buenas propuestas y ver lo que otros estudiantes de alrededor del mundo van a llevar”, comenta.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses