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A pesar de todos los esfuerzos que ha realizado México por mejorar, el nivel de habilidades y destrezas de los estudiantes mexicanos sigue siendo “preocupantemente bajo” y el problema empieza desde la escuela, dio a conocer el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría Treviño, durante su visita a este país.
Dijo que la reforma educativa es “importante y central, crucial y fundamental para el futuro de México”.
Estos fueron los resultados del estudio Construyendo una estrategia efectiva para las competencias, destrezas y habilidades de México, que el país encargó al organismo internacional.
Durante la presentación del documento, Gurría enfatizó que “urge” elevar el nivel de competencias y destrezas de México, puesto que serán éstas y no el dólar o el bitcoin las monedas de cambio en el siglo XXI y las que definirán el nivel de competitividad de los países.
“A pesar de todos los esfuerzos que se han realizado, a pesar de que hemos mejorado las habilidades de los mexicanos, el nivel de estas habilidades y destrezas sigue siendo preocupantemente bajo. De acuerdo con los resultados más recientes del [Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos] PISA, un gran número de jóvenes mexicanos aún no logra desarrollar niveles altos de competencias, destrezas y habilidades en virtud de su muy bajo desempeño escolar. El problema empieza entonces desde la escuela”, explicó.
Recordó que, de acuerdo con los últimos resultados de la prueba PISA, la proporción de estudiantes de bajo rendimiento en Matemáticas es de 56.6%; en Lectura, de 41.7%, y en Ciencias, casi de 48%.
Dijo que el nuevo modelo educativo es “la brújula, el compás y el norte” hacia el cual México debe dirigirse; señaló que es necesario mejorar los procesos de evaluación para identificar las dificultades de aprendizaje de los estudiantes y apoyarlos, y dar a los maestros una preparación adecuada y un desarrollo profesional estimulante que permita elevar la calidad de la enseñanza en México.
A través de este estudio, se propone que el país refuerce la identificación y desarrollo de habilidades “necesarias y pertinentes”, de acuerdo con lo que está demandando la industria, puesto que a los jóvenes se les está prometiendo que si dedican tiempo a preparase, el mercado los recompensará, pero eso no se está viendo.
Sobre los retos que se plantearon, tanto en la educación básica como en la media superior y superior, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Otto Granados Roldán, expuso que se han alcanzado avances, principalmente de cobertura, en básica y bachillerato, pero reconoció que la cobertura a nivel superior en el país es dos puntos porcentuales por debajo de América Latina y que no se ha logrado alcanzar la meta sexenal de 40% en la materia.
Durante su participación en la presentación del estudio de la OCDE, en el Palacio Nacional, dijo que la dependencia tiene una hipótesis de que alcanzar la cobertura de 40% de la población a lo largo de los próximos 25 años no necesariamente dejaría los resultados que se vieron en países como Corea del Sur o España, que las alcanzaron antes que nosotros.
“Tenemos un desafío ahora en la [educación] superior, donde andamos cerca de 38%. La meta sexenal era de 40%, pero nuestra hipótesis a lo largo de los próximos 25 años es que quizá, una meta de esta naturaleza, que ciertamente es dos puntos por abajo de la que tiene América Latina, podría a lo largo del tiempo no necesariamente ser similar a la que vimos en otros países como Corea del Sur o España”, mencionó.
Dijo que la educación superior se está transformando, puesto que está entrando en una transición derivada de los cambios generados a partir de la sociedad del conocimiento: “Estamos entre un modelo que no acaba de morir y otro que no acaba de nacer”.
