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A Alberto, quien es homosexual, le emocionaba entrar a la universidad porque creía que sus compañeros y profesores serían más incluyentes que los de la preparatoria. Por su preferencia sexual, le han hecho memes ofensivos y ha sido víctima de ciberacoso por sus conocidos.
“El primer espacio en donde me he sentido más discriminado, violentado, es el hogar, por supuesto”, narra este joven, quien sufrió por ese tipo de acciones en la preparatoria, donde alguna vez llevó una pulsera de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transgénero, travesti, transexual e Intersexual y le prohibieron utilizarla, aunque todos llevaban ese tipo de accesorios.
Ese fue uno de los momentos en los que sintió un trato distinto. Dice que desde entonces, administrativos y sus compañeros empezaron a verlo diferente e incluso si se relacionaba con algún hombre comenzaban a burlarse.
Recuerda que ese lugar se volvió muy difícil y por eso “romantizó” mucho entrar a la universidad pública, porque pensaba que sería diferente; sin embargo, no fue así. Se encontró con profesores machistas que se expresan mal de los homosexuales y con compañeros que le hacen cyberbullying a los miembros de la comunidad LGBTTTI, principalmente a los transexuales.
Dice que se ha sentido discriminado por su identidad sexual, “tal vez no te vean de inmediato como una persona homosexual, pero hablas, te expresas y empiezan a querer tomarte a broma, como que no eres una persona a la que pueden tomar en serio”.
Para Alberto, la violencia se justifica a través de la discriminación, porque hay compañeros que han agredido a otros, como a una joven transexual, quien fue víctima de ciberacoso en una página de la universidad, hecho que ha provocado que quiera dejar sus estudios.
Dice que él también ha sido víctima de ese tipo de acoso, primero otros alumnos les toman fotografías y “nos hacen memes bastante groseros, se burlan de nosotros, de nuestra identidad, de nuestras orientaciones. Llegas a un punto en el que te cansas emocionalmente”, narra Alberto.
Dice que se burlan del color de ojos y de piel, pero todo relacionado con la diversidad sexual, con mensajes como “aparte de joto, enano” y los miembros de la comunidad LGBTTTI sienten vulnerabilidad e impotencia.