De 2017 a la fecha, el Hospital Juárez de México ha realizado 40 trasplantes cruzados , los cuales consisten en que los familiares que no son compatibles con su paciente para donarle un órgano , pueden donarlo a otro paciente y viceversa, lo cual acorta el tiempo de espera por un órgano y amplía la posibilidad de salvar la vida a más personas.
Andrés Bazán Borges, jefe de la Unidad de Trasplantes de este hospital , explicó que cuando se trata de donador vivo, para que un paciente reciba un riñón, éste tiene que ser de un familiar directo o alguna persona conocida, porque aún la ley no permite la donación de riñón de un desconocido, y no siempre se encuentra compatibilidad, por ello se exploró la posibilidad de hacerlo de manera cruzada.
El especialista puntualizó que, si bien México cuenta con tecnología, personal capacitado e infraestructura médica para realizar trasplantes de riñón, solo se puede cubrir 10% de la demanda, debido a la falta de donantes y esto provoca que cada año mueran 7 mil pacientes.
Señaló que e l trasplante de riñón es una opción para curar la insuficiencia renal, una enfermedad que padecen diez de cada 100 mil habitantes, y que además de representar un deterioro para la salud, también implica desgaste familiar, económico y de la sociedad en su conjunto. Este padecimiento se presenta a cualquier edad, género o clase social y la causa es multifactorial.
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La insuficiencia renal puede ser consecuencia de una malformación congénita , cálculos renales que obstruyen los riñones, enfermedades infecciosas como el estreptococo betahemolítico o el lupus eritematoso que desencadena complejos inmunes que dañan los riñones, así como por diabetes, obesidad, sedentarismo e hipertensión.
Las personas con diabetes mellitus tienen la sangre más ácida, esa acidez lesiona la microcirculación de los riñones y aunque no todos los pacientes con diabetes padecen insuficiencia renal, indicó el especialista, mientras mejor control y cuidado tenga el paciente, menor será el daño, no solo en los riñones sino en todo el organismo.
“Hay pacientes que tienen 30 años con diabetes y aún conservan una reserva funcional renal de 60 o 70%; por otro lado, hay quienes tienen 10 años con la enfermedad, pero por falta de cuidados y control, tienen un daño renal severo. En cualquiera de los casos, cuando es irreversible, la única alternativa es el trasplante de riñón”, resaltó Bazán Borges.
El jefe de la Unidad de Trasplantes comentó que es necesario detectar a tiempo la insuficiencia renal mediante estudios anuales de química sanguínea y de orina y, con base en los resultados, comenzar un protocolo de atención.
Mencionó la necesidad de llevar una vida sana desde la infancia, evitar el consumo de productos dañinos para los riñones, así como controlar la obesidad, la diabetes o hipertensión, al ser enfermedades detonantes de otros problemas de salud.
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