Es urgente que México adecue el Registro Nacional de Fosas Comunes y Fosas Clandestina s y que se fortalezcan los mecanismos de transparencia respecto a los datos de víctimas encontradas e identificadas, afirmaron organizaciones sociales, ante el reciente hallazgo de 32 fosas clandestinas en Veracruz.
El Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, el Equipo Mexicano de Antropología Forense y Data Cívica recordaron que el pasado 6 de septiembre la Fiscalía General del Estado de Veracruz informó del hallazgo de 32 fosas clandestinas , de las cuales se han exhumado hasta el día de hoy 174 cráneos.
Indicaron que esto se suma a otros hallazgos como el de 350 cuerpos de personas exhumados en Durango, Durango; entre 193 y 196 en San Fernando, Tamaulipas; 75 en La Barca, Jalisco entre 2013 y 2014; 292 cráneos que anteriormente fueron localizados en Veracruz, Veracruz, así como los más de 2 mil cuerpos exhumados en el resto del país, entre 2006 y 2017.
Las organizaciones enfatizaron que la situación no sólo muestra una vez más la violencia y violaciones a los derechos humanos que se han vivido en los últimos 12 años, sino que “vuelve a exponer la urgencia de contar con un Registro Nacional de Fosas Comunes y Fosas Clandestinas adecuado y la necesidad de fortalecer los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas de las autoridades en lo que concierne a estadísticas de fosas , víctimas encontradas, identificadas y los resultados de las investigaciones derivadas de estos delitos”.
Destacaron que si no se elabora será más difícil hacer frente a la falta de información e inconsistencia de datos derivados de las instituciones oficiales.
El registro está contemplado dentro de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas y tiene como objetivo contribuir, junto con otras herramientas, a la investigación y la búsqueda de las personas desaparecidas en el país.
Sin embargo, mencionaron que existen algunos retos para que el registro cumpla con sus objetivos, el primero es que no todas las fiscalías o procuradurías locales han proporcionado información sobre hallazgos de fosas clandestinas en sus entidades.
Por ejemplo, explicaron que solo 21 estados del país proporcionaron datos sobre el tema en las últimas solicitudes de información que las organizaciones hicieron.
El segundo reto es que las cifras oficiales estatales y federales pueden tener subregistros y no existe un sistema de gestión de información adecuada. El tercero es que los registros oficiales excluyen información de otras dependencias y actores sociales.
En este caso, dijeron que el registro también debe contemplar información de otras dependencias como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), colectivos de familiares en búsqueda, periodistas, organizaciones de la sociedad civil y universidades.
El cuarto desafio es que los registros hemerográficos sólo presentan aproximaciones y no cifras definitivas respecto a los hallazgos en las diferentes entidades.
El quinto es que fosas comunes son un universo que presenta otra serie de retos para la búsqueda de personas desaparecidas en el país, porque no hay un número exacto.
Ante ese panorama, las organizaciones destacaron que la importancia de la implementación del Registro Nacional de Fosas, que es es una de las herramientas imprescindibles para una correcta investigación del delito y búsqueda de personas desaparecidas.
mpb