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El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, emitió una instrucción pastoral en la que pide a los fieles votar el próximo 1 de julio desde la perspectiva de la moral católica, según la propia consciencia, de las exigencias del bien común y de negar el sufragio a partidos o candidatos cuyos programas no respeten los derechos fundamentales: familiares, económicos, educativos y religiosos.
En el documento de 45 puntos, y en los que cita principios sobre el tema del papa Francisco y de su antecesor Adolfo Suárez Rivera, destaca un planteamiento de este último: “Votar según la propia consciencia exige conocer, en la medida de lo posible, las propuestas y plataformas de los partidos y candidatos contendientes, y otorgarles nuestro apoyo, no por posibles beneficios personales, sino para fortalecer a la comunidad”.
En la instrucción pastoral “Participar en la política antes, durante y después de las elecciones”, Cabrera López pide a los sacerdotes no inducir el sufragio por algún candidato o partido. Además, subraya: “Ofrezco el siguiente pronunciamiento desde mi ministerio de pastor de esta Arquidiócesis, respetando las leyes en la materia, sin tomar partido por algún candidato, sin el ánimo de influir en las decisiones de los fieles y sólo con la intención de recordar esta seria obligación que tenemos todos los seguidores de Jesucristo”. Además de insistir a los fieles católicos que acudan a las urnas y de ser posible lo hagan en familia, resalta: “Ciertamente, queremos gobernantes que nos den seguridad y garantías para nuestra paz y prosperidad, tanto personal como familiar, pero el criterio decisivo a la hora de votar deberá ser siempre el bien común y no el particular, el beneficio del país y, en especial, de las personas más pobres y necesitadas”.
El documento expone qué hacer antes, durante y después de las elecciones del próximo 1 de julio.
Menciona que el próximo 30 de marzo inician las campañas y quizá a algunas personas les resulte molesto que aparezca un “bombardeo” de spots en radio, televisión, prensa y redes sociales, incluso así es necesario interesarse en ellas.
“Aunque nos puedan parecer excesivos los mensajes de candidatos, partidos e instituciones electorales, necesitamos estar al tanto de la evolución que van teniendo las campañas y conocer las propuestas que plantean los protagonistas, deseando que se distingan por presentar sus propuestas y no por ataques o descalificaciones”, declara.
Durante los comicios advierte que las personas pueden abstenerse de su obligación, sólo por una causa grave. “Sería una falta muy grave no votar por flojera o desinterés. Sólo con una participación responsable podemos colaborar para la construcción de un mejor México”, indica.
Indica que la sociedad suele pensar que un voto no hace la diferencia entre millones, por lo que una abstención no afectará el resultado general: “No es así, como el grano de mostaza del evangelio, nuestro voto, aunque sea uno, ayudará a que la democracia crezca en nuestro país”.
Después del proceso electoral se aconseja dar seguimiento al sufragio, estar al tanto de los resultados, consultar las cifras oficiales, privilegiando los datos sobre los que puedan aparecer en las redes sociales, que no siempre son confiables.
“Con el paso del tiempo debemos vigilar que las personas elegidas, que ocupan un puesto público, cumplan con su trabajo. Es una de nuestras más grandes omisiones, puesto que con frecuencia no sabemos ni siquiera quiénes son nuestros diputados o aquellos que nos representan en el Congreso”, menciona.
El arzobispo de Monterrey concluye que un buen católico es necesariamente un buen ciudadano, que es consciente de sus deberes y también de sus derechos sociales.
“Vivamos este proceso electoral con mucha fe en Dios, seguros de que nos dará su espíritu para iluminarnos y fortalecernos”, dice.
Pide a los fieles católicos no perder la esperanza de construir un México mejor en donde haya valores como la paz, justicia, verdad y amor.
También hace un llamado a tener esperanza en que el proceso electoral será limpio y transparente.
“Que todo lo que hagamos, el voto y nuestra participación social y política poselectoral, esté motivado por el amor y por una caridad que no se enfría. Amor que es capaz de combatir la mentira, la avaricia y la violencia con la oración, la limosna y el ayuno, como lo recomienda el papa Francisco”, señala.