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De 30 centímetros de longitud, con su aleta dorsal, sus cuatro patas y sus branquias atrás de la cabeza, el ajolote mexicano comparte una mesa de dos metros de largo junto con otros 500 peluches de especies en peligro de extinción, los cuales conforman el Museo del Peluche de la Biodiversidad.
José Orozco Almanza, director de la organización Los Vecinos Ocultos, toma un ejemplar de peluche del ajolote mexicano. Es de color negro, en sus branquias tiene tonos rosados, muestra sus patas, las traseras tienen cinco dedos y en las delanteras cuatro, es una especie endémica del Valle de México que actualmente sólo habita en los canales de Xochimilco.
Se encuentra en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat; este anfibio tiene la propiedad de regenerar sus extremidades con todos sus huesos, músculos y nervios en cuestión de semanas.
Al señalar cada parte del cuerpo del ajolote, José dice que por sus cualidades regenerativas esta especie es investigada por científicos para el tratamiento del cáncer y el alzheimer.
El ajolote mexicano forma parte del museo, es una exhibición itinerante en la que se muestran figuras de animales en peligro de extinción de todo el mundo, de los 500 ejemplares que conforman la colección 200 corresponden a especies mexicanas.
Mediante esta iniciativa se busca brindar información a los niños y adolescentes sobre la importancia de la biodiversidad. Con los peluches se explica dónde habitan estas especies, su alimentación, cuál es su función biológica, qué medidas se pueden tomar para protegerlas y así evitar su desaparición.
“La problemática del medio ambiente se ha complicado por la falta de conocimiento por parte de niños y jóvenes. La idea es que llegue a las escuelas para que nos ayuden a cuidar el medio ambiente. El punto central de esta campaña es conocer la biodiversidad, porque lo que se conoce se protege”.
Mientras enseña la colección de animales silvestres en la que se encuentra un león, un elefante, así como el lobo mexicano, comenta que decidieron utilizar peluches de fauna en peligro de extinción porque genera ternura en los niños y es una forma “amigable y accesible” de transmitirles el conocimiento sobre el cuidado de las especies.
Señala que hasta el momento han llevado el museo a plazas públicas y a colegios privados del sur de la Ciudad de México, confió en que este año visiten todas las escuelas de educación básica de la capital del país, por lo que tramitó un permiso a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que le permitan el acceso.
Los peluches tienen un costo que va desde los 200 hasta los 400 pesos dependiendo de la especie y el tamaño, entre los ejemplares que se observan en la colección se encuentra el lobo mexicano, el conejo zacatuche, el tlacuache, el águila real, el tucán, e incluso la vaquita marina, la cual se encuentra al borde de la desaparición por la pesca ilegal de la totoaba, ya que queda atrapada en las redes de pesca, por lo que muere asfixiada; sin embargo, por el momento su réplica en peluche está agotada.
El dinero recaudado por la venta de los ejemplares se destina a programas de conservación de especies en peligro de desaparecer, así como para la realización de talleres y obras de teatro que fomenten el cuidado de la biodiversidad.
“Los niños van a tener este peluche, queremos motivar su compra en lugar de comprar vida silvestre la cual muchas veces es ilegal, cada peluche es 100% mexicano, genera empleo, y va a tener etiqueta donde viene el sitio web el que es www.vecinosocultos.com donde viene toda la historia de la especie, así como qué pueden hacer los niños para proteger a la especie de la extinción y para proteger su ecosistema, lo que es es algo muy importante”, resalta.
País megadiverso
México ocupa el quinto lugar a nivel mundial de países con mayor biodiversidad, es considerado como “megadiverso” por la cantidad de especies de flora y fauna que alberga forma parte de las 17 naciones con mayores recursos naturales, sin embargo, el crecimiento de las zonas urbanas, la destrucción del hábitat de la vida silvestre y el tráfico ilegal están poniendo en riesgo la sobrevivencia de muchas especies.
Carlos Galindo Leal, director general de Comunicación de la Ciencia de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), indicó que en los últimos 60 años se han extinguido especies como el pájaro carpintero imperial que habitaba en la Sierra Madre Occidental a la altura de los estados de Chihuahua y Durango; la foca monje del caribe, la única de su especie en habitar aguas tropicales, así como el lobo mexicano, aunque hay ejemplares que nacieron en cautiverio se les considera extintos en vida silvestre.
Detalló que el oso grizzly que habitaba en la Sierra del Nido en Chihuahua es otra especie que se extinguió. Comentó la situación de la vaquita marina, la cual se encuentra en grave peligro de desaparecer debido a la pesca furtiva.
Dijo que en la norma oficial mexicana 059 están enlistadas 49 especies, la mayor parte de ellas eran peces de agua dulce; explicó que suele ser difícil determinar cuándo una especie se extingue debido a que no se conocen todas y se desconoce si su situación es crítica.
“Es un tema con poca certidumbre porque es difícil decir cuándo se extinguió una especie porque eso depende de qué tanta investigación haya en esa área, hay casos en los que parece que se pierde una especie, pero después se encuentra una población desconocida”, apuntó.
Galindo Leal explicó que factores como la pérdida de hábitats, la sobreexplotación de las especies, la contaminación, la introducción de especies invasoras, así como el cambio climático causan la pérdida de la biodiversidad.
Pérdida de especies
Gerardo Ceballos González, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que en los últimos 30 años se ha perdido 40% de toda la fauna que había en el país, mientras que entre 25% y 30% de flora y fauna se encuentra en peligro de extinción; de continuar esta tendencia se podría perder otro 20% de las especies que alberga México los siguientes cuatro o cinco años.
Consideró que la nación debe fortalecer su marco normativo, a fin de imponer sanciones más estrictas a quienes dañen el ambiente y hacer cumplir la legislación en esta materia para hacer efectiva la conservación de la flora y fauna que albergan.
Enfatizó que se debe fomentar la participación de todos los niveles de la sociedad para el cuidado de la biodiversidad al concientizar sobre los beneficios que brinda a la población los recursos naturales y los impactos negativos que tendrá para la humanidad si continúan desapareciendo.
“En los últimos 30 años se ha perdido 40% de toda la fauna que había en nuestro país y si las tendencias siguen de esta manera podríamos perder otro 20% en los próximos cuatro o cinco año, el problema es muy grande. Desgraciadamente es una situación que es difícil de cuantificar por varias razones”, declaró.
Dijo que aproximadamente se han extinguido en los últimos 40 años 20 especies de animales vertebrados, es decir, mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces, “la mayoría son peces, de agua dulce, son el grupo más amenazado de animales en México”.
Mencionó al pájaro carpintero pico de marfil, el zanate de lerma, el cara de la Isla de Guadalupe, especies endémicas de México; la foca monje de El Caribe y la paloma pasajera, aunque no eran nativos del país habitaban en varias zonas.