justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Accidentes laborales, domésticos o en la vía pública, bajo rendimiento tanto laboral como escolar, ánimo depresivo o ansioso y pérdida de la salud, son consecuencias de dormir mal y en el país 45% de la población adulta se ve afectada por esta condición.
En un recorrido por la Clínica del Sueño de la UNAM, ubicada dentro del Hospital General de México, Ulises Jiménez Correa, responsable de la misma, explicó que los trastornos del sueño aumentan las probabilidades de desarrollar hipertensión y sufrir infartos, así como de padecer enfermedades metabólicas como la diabetes, por lo que es necesario atenderlos.
Dijo que existen casi 100 trastornos de sueño, pero en México los más comunes en los adultos son: el insomnio, el ronquido y la apnea del sueño.
La mayoría de los trastornos del sueño tienen solución, a excepción de la narcolepsia, que es la necesidad de dormir de manera constante, sólo que se puede controlar con medicamentos.
La clínica es un proyecto que inició hace 20 años. Para brindar un tratamiento integral, en ella laboran médicos, odontólogos y sicólogos con diferentes especialidades.
Durante su primer año de actividades realizó 21 estudios y para 2017 se ofrecieron 4 mil 745 consultas de especialidad y mil 261 estudios de sueño. La demanda de sus servicios requirió la creación de otra sede, dentro de Ciudad Universitaria.
Jiménez Correa comentó que eso de dormir ocho horas es un mito porque existen periodos de sueño adecuadas para diferentes edades: por ejemplo, un recién nacido puede dormir 20 horas, mientras que un niño de preescolar 11 o 12 horas, un adolescente entre ocho y nueve, un adulto joven entre siete y nueve y un adulto mayor, cinco o seis horas por la noche.
Además de la asociación con enfermedades metabólicas, no dormir provoca ansiedad, irritabilidad, depresión, dificulta la calidad de vida y disminución en la productividad.
El mal dormir también se asocia con la lejanía de los lugares de trabajo o estudio, puesto que las personas pasan hasta 6 horas en transporte público.
“Dormir en lugares como el Metro o el microbús no es un descanso porque el transporte va en movimiento y hay calor, en estos sitios sólo es un paliativo que no va a resolver esta necesidad”.
La privación del sueño en los mexicanos es alta y cada vez se hace más común no dormir lo suficiente. El experto lamentó que en el país no existan campañas masivas enfocadas a la importancia del sueño.
“Sólo escuchamos en vacaciones los clásicos ‘no maneje si está cansado’, pero no hay más, debemos aprender a dormir bien, no hacerlo deteriora nuestra vida. No es un lujo y debemos darle la importancia que tiene”.
En cuanto al horario de verano, mencionó que la sociedad no suele dormirse una hora antes para descansar bien y esto provoca deficiencias en el organismo. “El sábado en la noche se adelanta una hora el reloj, pero no te duermes antes, eso sería lo ideal para no desequilibrar”.
Acerca del uso de la tecnología antes del sueño explicó que afecta el descanso de las personas, porque cada minuto frente a dispositivos electrónicos prolonga el tiempo que se demoran las personas en dormir y provoca despertares nocturnos.
El sueño se retrasa porque al haber luz neón el cuerpo no puede producir la hormona melatonina, la cual ayuda al buen dormir.
“Hay personas que ocupan de 15 a 18 horas al día los dispositivos electrónicos y esta exposición a la luz azul del aparato tiene un efecto estimulante que impide la producción de la hormona melatonina. Si hay deficiencia en su producción nocturna, no se puede tener una buena calidad del sueño”.
Por el XX aniversario, la Lotería Nacional para la Asistencia Pública emitirá un billete conmemorativo para el sorteo del próximo 14 de marzo.
Además, el viernes 16 de marzo se realizará el Simposio Internacional de Trastornos del Sueño, en el Auditorio Raoul Fournier de la Facultad de Medicina. La entrada es libre, mientras que la Dirección General de Actividades Musicales de la Universidad ofrecerá un concierto en la Sala Nezahualcóyotl la noche del 17 de marzo.