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E l mismo día que se enteró de los daños ocasionados por el sismo del 19 de septiembre, Evelyn organizó un camión con sus amigos y compañeros de la Universidad de Guadalajara, en Jalisco, lo llenaron de herramientas, ropa y víveres y se fueron a Morelos y Puebla.
Se concentraron en comunidades donde no había tanto apoyo; ofrecieron su ayuda para rescatar personas de entre los escombros y su trabajo físico para retirar cascajo e incluso demoler construcciones que representaban peligro.
“Con el desastre natural se te pone la sensibilidad a flor de piel y sabes, te das cuenta de que no te puedes quedar cruzada de brazos. Pensé: si me puedo desvelar para la fiesta, ni modo que no me desvele para esto. Y así nos fuimos muchos”, comentó.
Abogada de 23 años, Evelyn Esmeralda Vera no ha votado ni pretende votar. Para ella el sismo y lo que generó le confirmaron lo que sabía desde que cumplió 18 años y decidió no presentarse a las urnas: que los políticos no sirven.
“La gente está encabronada con las instituciones y con el gobierno. No quiero tener nada que ver con ellos, nos estamos dando cuenta de que solos podemos. No creo que la famosa representación política sea la única vía para gobernar un país”, dice desde Guadalajara.
Piensa que lo que sigue para los ciudadanos es seguir llevando brigadas a las zonas afectadas por los sismos.