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politica@eluniversal.com.mx
Campesinos de aproximadamente 40 organizaciones del país hicieron ver su suerte a los diputados federales. “No corran, no van a salir… para que sientan lo que es tener hambre como nosotros”, gritó uno de los miles de manifestantes que cercaron la Cámara de Diputados desde las ocho de la mañana de ayer.
Fue un día caótico. Antes de las ocho de la mañana, decenas de autobuses con campesinos de prácticamente todo el país se apostaron en diversas entradas de la Cámara de Diputados. Colocaron lonas y bancos para evitar el acceso de legisladores y trabajadores, para protestar por el recorte de aproximadamente 20 mil millones de pesos al sector campesino del país.
Pese a la presencia de los manifestantes, más de 450 diputados pudieron ingresar al recinto. Después de las 11 de la mañana se cerraron los 10 accesos peatonales y vehiculares de la Cámara y los elementos de seguridad, por prevención, impidieron el acceso a cualquier persona.
El diputado priísta Ismael Hernández Deras forcejeó con los elementos de seguridad y quitó algunos cerrojos de las rejas para intentar que líderes de organizaciones campesinas ingresaran al lugar.
En el pleno, por tercer día consecutivo, los diputados volvieron a chocar por los recortes del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2019; el presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo, acusó a Hernández Deras de ser el responsable de que los manifestantes ingresaran a la explanada del recinto para protestar.
Los diputados sesionaron y aprobaron dos dictámenes, pero cuando intentaron irse, los accesos de la cámara fueron cerrados en su totalidad. A la hora de la comida, trabajadores intentaron salir por varios de los accesos, pero no lo lograron.
Lo mismo les ocurrió a los diputados priístas Manuel Cavazos, Claudia Pastor, Ximena Puente, Cinthya López, Ernesto Nemer y el perredista Mauricio Toledo, ya que caminaban de una a otra puerta para negociar su salida, pero fue inútil.
El ex secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda, visiblemente desesperado y seguido por dichos diputados, se dirigió a la Puerta 1, quitó los cerrojos del acceso peatonal, pese a que los elementos de seguridad lo impedían, y abrió para salir junto con sus compañeros.
Desesperación y enojo. Dentro de la Cámara de Diputados se podía percibir desesperación, enojo y frustración por parte de los que ahí se encontraban. Los empleados y diputados caminaban de un lado a otro, se acostaban en los jardines y revisaban su celulares.
Por la larga espera, los empleados buscaban comida dentro de la cámara en los tres restaurantes que ahí se encuentran, pero las largas filas desesperaban a muchos. En la cafetería del recinto, alrededor de 20 o 30 personas hacían fila para comprar algún refrigerio y mitigar la espera. Otros más pedían comida a los establecimientos cercanos y la ingresaban entre las rejas.
Después de las cinco de la tarde, la comida se terminó. Los empleados cada vez se desesperaban más por la incertidumbre de si se quedarían a dormir en San Lázaro o cuánto tiempo permanecerían ahí.
La desesperación le ganó al diputado de Morena, Luis Fernando Salazar, quien se quitó el saco y su mochila, le pidió a un compañero que le ayudara, y se brincó las rejas, sin importar lo que pasara del otro lado.
Entre los legisladores, circulaban falsas alarmas. En los chat internos de empleados y diputados, se compartían textos con avisos de que se había abierto alguna puerta, provocando que decenas de personas se trasladaran a dicho acceso; sin embargo, todo era un rumor que nunca se comprobaba.
Mientras, del otro lado de las rejas, los campesinos se mantenían firmes en su protesta.
La vicecoordinadora de Morena, Tatiana Clouthier, intentó salir, pero tampoco lo logró, por lo que posteó en su cuenta oficial de Twitter: “SOS, no sé si para bien o para mal, estamos secuestrados en el Congreso, lo que no está bien; @SPCCDMX debería hacer algo, pues encadenaron puertas y es peligroso”. Por su parte, Gerardo Fernández Noroña publicó: “Tienen tomada la Cámara las organizaciones campesinas, no se puede salir aunque ya acabo la sesión. Dirán misa, pero nosotros no hicimos eso nunca”.
Hubo una reunión de los coordinadores parlamentarios con los integrantes de la Mesa Directiva para buscar una solución. Pero nadie explicaba nada.
Después de las ocho de la noche, elementos de seguridad corrían por todo el recinto con altavoces, gritando que la Puerta 1 se había liberado. La multitud se amontonaba y se empujaba porque le urgía salir, fue un secuestro exprés de 12 horas.
Muchos, en su intento de salir rápidamente por el temor de que les cerraran las puertas, caminaban lo más rápido posible. Algunos caían, pero lograban huir del encierro.
Fue después de media hora que se permitió la salida al personal y a los diputados que permanecían dentro del Palacio Legislativo, lo que provocó, en la salida 1 del estacionamiento, una larga fila de camionetas y coches para salir.
Así transcurrió el primer día de bloqueos, pese a que aún no se debate el presupuesto de egresos.
Se prevé que hoy se avale el dictamen, pero en las puertas de la Cámara de Diputados, los campesinos instalaron tiendas de campaña, colocaron cobijas y colchonetas. Pasaron ahí la noche, en busca de los 20 mil millones de pesos que le recortaron al campo.