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Vannia Stefanía Avelar
consiguió lo que, literalmente, pocos logran: pasar su examen de admisión y entrar a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que este año solo aceptó a 39 alumnos para este ciclo escolar .
Esto quiere decir que por cada lugar disponible, compitieron 88 aspirantes y solo 39 de los 3 mil 438 jóvenes que solicitaron su acceso a la institución en la Facultad de Medicina en Ciudad Universitaria lo lograron.
La puntuación que se les pedía era casi perfecta puesto que la mínima requerida era de 111 de un examen de 120 reactivos. Vannia, quien estudió el bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria 3, presentó un examen perfecto con 120 aciertos.
La joven, quien se presentó en la segunda vuelta del examen para estudiar la licenciatura en Médico Cirujano, se decidió por esta opción ya que aunque tenía el pase reglamentado como estudiante de la ENP 3 “Justo Sierra”, su puntaje no le alcanzaba para entrar a Medicina.
"No pude usar el pase reglamentado porque no alcanzaba el promedio que la Facultad de Medicina exige para ingresar a la carrera de médico cirujano. No obtener los resultados esperados y sentir que fracasaste no es un obstáculo para dejar de intentarlo", dijo a la UNAM, quien dio a conocer su caso.
Aunque se describe como una alumna “normal”, cuenta que estuvo estudiando para este examen desde septiembre de 2018 y dos meses de manera intensiva en un curso extraescolar para el examen que tomó, de manera adicional a sus actividades.
“Me preparé para este examen yendo a un curso, iba todas las tardes y aparte estudiaba y realizaba mis actividades en la mañana. En algún momento, sentí que ya no podía y me quería rendir pero no veía otra cosa que quisiera hacer. No me rendí, seguí y ahora estoy aquí”, dijo.
La joven aseguró que la capacidad de brindar bienestar a las personas fue lo que la motivó a elegir medicina como profesión de vida.
Los resultados la tomaron por sorpresa, lo más complicado para ella fue la parte de historia donde redobló esfuerzos.
“No hay fórmulas secretas para lograr estos resultados, “habrá días en que no te crees capaz pero no siempre será así. A esto es a lo que quería llegar y sólo me esforcé para obtenerlo”.
Vannia vive en la zona oriente de la Ciudad de México por lo que diariamente tendrá que trasladarse durante dos horas para llegar a la sede de la Facultad de Medicina, en Ciudad Universitaria, lo que le resultará “un reto” puesto que si bien fue difícil ingresar a estudiar esta carrera, el desafío no se ha terminado.
“Esto es un reto, sé que fue difícil entrar y lo que viene también lo es pero a esto es a lo que quería llegar”.