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Carlos Antonio Santamaría Díaz, el primer niño de 12 años que cursa una licenciatura en la UNAM, le pide al próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador, que haga la educación más divertida y que mejore los temas que se imparten en primaria, secundaria y preparatoria.
Dice que esta es una pregunta difícil de contestar, puesto que al Presidente de México se le pueden pedir muchas cosas y no nada más una pero, si tuviera que escoger, sería que mejorara la manera en que se imparten clases para que la escuela no sea aburrida.
"Nada más se pone peor [la escuela] por la forma de enseñar y porque repiten demasiado los temas", dijo a EL UNIVERSAL.
Ayer fue su primer día de clases en la licenciatura en Física Biomédica de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Charlie, como le dice su papá, llegó emocionado y ansioso por iniciar lo que para él es la parte más divertida de la escuela: aprender.
“Lo más emocionante es aprender cosas nuevas, es a lo que vengo y lo que he querido desde hace años”, dijo.
Después de las primeras sesiones de Introducción a la Física del Cuerpo Humano y Álgebra cuenta que su primer día como el alumno más joven en la historia de la UNAM, estuvo "un poco flojito porque nada más son los horarios y eso".
Risueño y vestido con un pants y una playera cuenta que está contento porque su sueño era ingresar a la UNAM.
Sentado hasta el frente del salón, Carlos dijo que en este primer día, las clases abordaron los métodos de calificación, por lo cual se sintió “un poco aburrido, pero los próximos días vendrá lo más divertido que es empezar a aprender", dijo.
Toma pocos apuntes, a veces hace fotografías del pizarrón y sus cuadernos son un completo desorden; se siente más creativo durante las noches, por eso se duerme tarde y despierta hasta pasadas las 8:00 de la mañana, como este día, contó su papá, Fabián Santamaría.
Recuerda que él y su esposa Arcelia Díaz se dieron cuenta que había algo extraordinario en su hijo cuando a la edad de tres años, Carlos se quedó mirando un calendario que colgaba en la cocina y pronunció la palabra “enero”; le cambiaron la página y dijo “febrero” y después “marzo”. Estaba leyendo y había aprendido solo.
Le gusta la música clásica y ver las películas de Charlie Chaplin; sus libros favoritos son novelas relacionadas con la ciencia y las biografías de científicos, a menudo lee en la fila de la caja en el supermercado, de manera que al llegar su turno, el niño ya terminó de leer el libro que le están comprando sus padres.
Además de estudiar y programar videojuegos, Carlos practica triatlón, puesto que, “es el único lugar donde le puedo exigir total disciplina”, comentó Fabián Santamaría.
“Carlos es un buen chavo, no dice groserías y esa es una característica de los sobredotados: tiene un español muy amplio, entonces pueden insultarte de muchas otras maneras”, contó Fabián.
Por lo pronto, este semestre Carlos enfrentará su asombrosa capacidad de aprender a las cinco materias de la licenciatura: álgebra, cálculo diferencial e integral, inglés, introducción a la física del cuerpo humano y metodología de la Física experimental. Por lo pronto, porque apenas ha iniciado clases y el primer niño genio que estudia la licenciatura en la UNAM quiere saber más.