Más Información
Videojuegos, el nuevo gancho del crimen para captar menores; los atraen con promesas de dinero y poder
Óscar Rentería Schazarino, ha operado contra CJNG, Viagras y Templarios; es el nuevo secretario de Seguridad en Sinaloa
Celia Osmara Cisneros fue diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda el 30 de abril de 2015, tenía 10 años; ahora con 13, le dio la vuelta a la enfermedad luego de 120 sesiones de quimioterapia y un tratamiento que se le aplicó una vez por semana en el Hospital General Regional (HGR) No. 1 del IMSS en Ciudad Obregón, Sonora.
Ese Día del niño, Celia fue al hospital del Seguro Social porque con frecuencia le daba fiebre, dolor de piernas y sangrados que le provocaban moretones.
Fue sometida a diversos estudios y los especialistas encontraron que tenía leucemia linfoblástica aguda, un tipo de cáncer en el que la médula ósea produce un exceso de glóbulos blancos y deteriora con rapidez la salud de los pacientes.
Lizette Bojórquez Steffany, responsable del área de Oncología Pediátrica del hospital en Ciudad Obregón, explicó que luego de tres años de terapias, que implicaron el tratamiento con diversos medicamentos intravenosos, intramusculares y orales, el 17 de mayo Celia tocó la “campana de la vida”.
Esta campana se utiliza en hospitales del Seguro Social de distintas entidades y cuando la tocan, simboliza que los pacientes están curados de su enfermedad. “La campana busca ser un llamado de esperanza en niños y adultos que inician tratamiento contra el cáncer, para demostrar que es posible curarse y recobrar una vida normal y sana”.
La experta indicó que la niña continuará bajo el cuidado de médicos especialistas en oncología, cardiología, endocrinología y medicina física y rehabilitación durante cinco años más , con el objetivo de vigilar que el tratamiento médico siga teniendo un efecto positivo.
El HGR No.1 de Ciudad Obregón, atiende cada año aproximadamente a 30 menores de edad con leucemia linfoblástica con promedio de sobrevida de 75% de los casos a cinco años de inicio de tratamiento, a pesar de que muchos llegan al servicio de oncología con una fase avanzada de la enfermedad.
Omar Cisneros, padre de Celia, recuerda que luego de distintos estudios realizados en el HGR No. 1 y la consulta con especialistas, se confirmó el diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda, por lo que su hija inició tratamiento de inmediato.
“En tres años siempre recibimos atención en esta unidad médica y ahora les toca apoyar a otros niños a recuperar su salud”.
maf