“Es un mito creer que la actividad humana no está repercutiendo el en calentamiento global, al igual que pensar que los combustibles fósiles son tan importantes para el funcionamiento de las sociedades y no hay manera de resolverlo”, aseguró el Premio Nobel de Química (1995), Mario Molina en la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El científico advirtió que “si la temperatura sube más de cuatro grados, las catástrofes serán gigantescas para la civilización, así como la falta de alimentos”.

Las energías sustentables son la opción para disminuir el calentamiento global, aconsejó Molina y agregó que “existe el potencial para enfrentar ese reto y es posible hacerlo. Para ello se han sugerido medidas simultáneas, pues las dos terceras partes del cambio climático se deben a la quema de combustibles fósiles, y el resto a fenómenos como la deforestación”.

Apuntó que para la disminución del calentamiento global se pueden emplear energías sustentables que no emiten bióxido de carbono a la atmósfera, como la eólica y la solar, que además son más baratas y ya se investiga cómo almacenarlas; o la nuclear, de las más seguras que existen con ayuda de la tecnología moderna.

“Hacerlo cuesta menos que los impactos del cambio climático”, subrayó el integrante de El Colegio Nacional

El químico agregó que “a partir de la segunda mitad del siglo pasado se dispararon las actividades industriales, producción de papel, uso de agua, población urbana, turismo internacional, entre otros factores. A ese proceso se le conoce como la gran aceleración”.

El 97% de los expertos en clima cree que el cambio climático se debe principalmente a las actividades humanas. Se sabe que después de miles de años, de repente se disparó la presencia del bióxido de carbono en la atmósfera y ello ocurrió a raíz del inicio de la Revolución Industrial y el uso de combustibles fósiles.

Hace semanas, las olas de calor provocaron temperaturas excepcionalmente altas en países de Europa, además de generar fenómenos climáticos extremos, además el hielo de Groenlandia se está derritiendo a gran velocidad y “la probabilidad de que esos eventos sean causados por el cambio climático es enorme”, remarcó Molina.

El impacto que producen las actividades humanas en el planeta ya fue rebasado; el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación química o la acidificación de los océanos es una muestra y se deben evitar alcanzar el máximo límite porque esto puede ser irreversible.

“Regresamos al siglo pasado con el uso de más combustibles fósiles, en lugar de utilizar menos”, aseguró el científico.

En México, precisó, una gran preocupación es que no se reconoce a la ciencia y a las universidades para el desarrollo. “Ojalá los jóvenes se interesen y levanten la voz en apoyo del avance cultural y científico”, concluyó Molina.

ed

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