Los mexicanos comen por gusto, sin importar la cantidad de grasas, sodio o azúcares, el paladar es el que manda, aseguró Maricarmen Osés, especialista en nutrición clínica quien lamentó que el sector salud se ha encargado de satanizar productos en lugar de promover una cultura alimentaria.
“Saben porqué comen los mexicanos, por gusto, si algo nos gusta, nos lo comemos y listo, no nos ponemos a pensar si nos harán daño, en su contenido calórico, si son nutritivos o no, ese es el problema, más que poner sellos de color negro, las autoridades sanitarias deberían promover una cultura de la alimentación y enfatizar en que cada quien es responsable de su salud”, dijo.
Durante el taller “Mejores alimentos e innovación: Tendencias Industriales para 2020”, organizado por la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), la experta en nutrición comentó que ahora que se implementará en México un nuevo etiquetado de alimentos, sería bueno concientizar a la gente sobre la importancia de cuidar lo que come.
“Como sociedad estamos malacostumbrados, culpamos al otro de lo que nos pasa, y eso ocurre con la comida, no podemos dejarle todo el peso a las empresas, que si las papas tienen mucha grasa o las bebidas, demasiada azúcar, uno debe responsabilizarse de sí mismo, comer más frutas y verduras, hacer ejercicio, porque reducir los índices de obesidad será posible si existe una sinergia entre industria, sector salud y población”.
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Señaló que aunque la secretaría de Salud se ha pronunciado por un etiquetado de alimentos que en Chile logró que las empresas reformularan sus contenidos, en México la situación es distinta. “La industria no es la misma, y claro que hay temor de que al reformular, la gente ya no consuma porque no les gusta”, expresó.
Maricarmen Osés agregó que lo importante es modificar las cantidades de lo que se consume, “el alcohol no es malo, sino lo que se toma, una cerveza es inofensiva, pero diez ya causan estragos, es lo mismo con el azúcar”.
Explicó que en cuanto a los edulcorantes y los mitos que existen alrededor como que provocan cáncer o diabetes, la clave no es eliminarlos de la dieta cotidiana, sino revisar lo que se ingiere.
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