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Algunos llegaron caminando, otros se vinieron en camión. No importó el medio: lo único que tomaron en cuenta estos mariachis peregrinos fue llegar a tiempo a la Basílica de Guadalupe para cumplir como cada año, su propósito: llevarle serenata a la Virgen en su día.
Llegaron y lo primero que hicieron fue asearse y cambiarse de ropa para presentarse ante la virgen morena con el traje típico del mariachi: camisa blanca, corbata tricolor, verde, blanca y roja, y traje negro con remaches plateados.
Ahí, frente a la entrada principal de la Basílica, los instrumentos de este mariachi hacen bailar y echar porras a los otros peregrinos, que los observan a mitad del atrio de la Basílica de Guadalupe.
Tienen muchas en su repertorio pero por el momento, solo tocan una canción: "Las Mañanitas", que ayer como desde hace cuatro años el mariachi "Son de Puebla" le viene a traer a la "morenita del Tepeyac" para festejarla en el día de su santo.
"Venimos de Villa Palmarito, cada año en esta fecha a la basílica. Algunos vienen caminando y otros venimos en carro. Los integrantes del mariachi, la mayoría somos familiares, somos Munguía", contó Margarito Munguía, líder del mariachi y padre de familia.
"Nos nace venir a traerle serenata a María Santísima. Somos mexicanos y somos sus hijos por eso venimos ", reflexionó.
Cada año entre todos se cooperan para pagar los gastos del viaje y venir a traer las mañanitas a la virgen; su grupo de amigos y familiares ponen de sus bolsillos, empacan sus instrumentos y se vienen a cantarle a la virgen como desde hace 27 años.
Para este mariachi, cuyo instrumento favorito es el acordeón, la tradición de peregrinar viene de familia: el primero que lo trajo fue su papá y ahora que tiene hijos, José Margarito y Guillermo Antonio, ambos lo acompañan; espera que cuando sus hijos tengan nietos, poder traerlos también y conservar esta tradición.
"Vamos a peregrinar de regreso para estar primero Dios mañana (martes) temprano de regreso para escuchar la misa en Puebla y cantarle allá sus mañanitas a la virgen", contó.
"Nuestra intención es la misma de cada año: venimos para pedirle a nuestra madre santísima que nos permita venir el próximo año. Lo hacemos de todo corazón, con ganas de salir adelante y que si Dios quiere, el próximo año podamos regresar", dijo.
lsm