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Nadie vio el camello, el caballo o el elefante en los que viajan los tres Reyes Magos , pero ellos llegaron hasta la Catedral Metropolitana para obsequiar juguetes a los niños que asistieron a la misa dominical .
Pelotas, balones, juegos de mesa, muñecas, pistas de autos, cuerdas para saltar, coches, y hasta cajas de cereal fueron los regalos que llenaron uno de los altares del recinto religioso para ser entregados por el canónigo Julián Amozurrutia López al término de la misa.
Como cada domingo, Angélica Hernández se trasladó desde el municipio de Naucalpan , en el Estado de México hacia la Catedral metropolitana para escuchar misa, pero en esta ocasión la acompañaron sus sobrinos Emilia y Ángel, y su bebé Camila.
Para la mujer es una fortuna que los tres Reyes Magos hayan dejado obsequios puesto que este año el árbol de navidad de su casa amaneció vacío.
“Mis sobrinos están emocionados porque aquí si les llegaron reyes, allá en la casa el árbol amaneció pelón por eso me los traje porque sabía que aquí si habían recibido su carta”.
Emilia de siete años se alegró cuando recibió una bolsa con un juego de mesa, una cuerda para saltar y una caja de cereal, su hermano no aguantó las ganas de rebotar el balón que le dieron y con la otra mano sostenía una caja con una pista de automóviles.
Yadira caminó desde la calle “República de Uruguay” con sus dos hijos, aunque en su casa si llegaron los reyes magos, confesó que cada año se dan cita en la catedral porque saben que “siempre hay algo para nosotros”.
Keily, de tres años corrió con suerte, entre sus regalos le tocó un casco para bicicleta, “en mi casa dejaron mi primer bici y ahora tendré un casco como mi papá”, comentó la menor de edad.
Alejandro de 10 años recibió de manos del canónigo Julián Amozurrutia un par de juegos de mesa, una pelota y libros para colorear. “Me gusta mucho pintar y jugar fútbol”, dijo.
Aunque la fila de niños era muy larga, los obsequios parecían no acabarse, “así es la magia de los Reyes Magos ”, expresó el canónigo de la catedral metropolitana.
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