Entre el 1° de agosto del 2011 al 31 de marzo del 2017, el ISSSTE ha atendido a 423 pacientes no derechohabientes dentro del Convenio General de Colaboración para la Atención de Emergencias Obstétricas, según cifras del Sistema de Registro de Emergencias Obstétricas (SREO) que establece el compromiso solidario entre las instituciones del sector salud y el instituto para atender a toda mujer que presente una situación de este tipo.
Al conmemorar el Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada, el director general del ISSSTE, José Reyes Baeza Terrazas, felicitó a los más de mil 153 Gineco-Obstetras adscritos al instituto en todo el país y resaltó su compromiso al no existir registros de ninguna muerte materna de pacientes atendidas como emergencia obstétrica y por lograr la meta de “cero” rechazos en esta atención médica.
En el ISSSTE se ha realizado una campaña de promoción del parto eutócico para evitar las cesáreas innecesarias y se ha implementado la atención del parto humanizado en todas las unidades hospitalarias.
Baeza Terrazas comentó que el Instituto realiza la vigilancia de las mujeres embarazadas en la etapa preconcepcional con enfoque de riesgo, para lo cual se les proporciona suplemento de ácido fólico desde el primer trimestre del embarazo y se da seguimiento médico a través del carnet “Cuídame”.
Para Angélica Torres Aguilar, obstetra adscrita en el área de urgencias del Hospital Regional General Ignacio Zaragoza, “atender a las mujeres embarazadas en un momento de urgencias y ayudarlas a que ellas y sus bebés estén sanos es una satisfacción muy grande. Nuestra función es detectar a las pacientes con algun factor de riesgo y brindar la atención que se requiera”.
Dentro del protocolo de atención en el área de urgencias obstétricas , el cuerpo de enfermería toma los signos vitales de las pacientes y dependiendo de la gravedad se atiende inmediatamente a quien presente una urgencia real.
Se aconseja a las mujeres embarazadas llevar un seguimiento trimestral con su médico de medicina familiar sobre su estado de salud y el de su bebé, y realizarse los estudios correspondientes para evitar factores de riesgo como preeclampsia y hemorragias , que son los dos padecimientos más comunes de emergencia obstétrica.
En México, la mortalidad materna ha disminuido de manera importante en las últimas décadas al pasar de 88.7 defunciones maternas por cada 100, 000 nacidos vivos en 1990 a 34.6 en 2015, de acuerdo con información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).