En México hay 21 mil 521 personas en lista de espera por un órgano o tejido, a pesar de ello, especialistas aseguraron que aprobar una ley como en Holanda en la que todos los ciudadanos deben ser donantes de órganos cadavéricos no sería viable porque podría generar inconformidad , incluso entre los donantes voluntarios; “por experiencia se sabe que aquello que se impone es rechazado”.
Del universo de pacientes, 13 mil 702 necesitan un riñón , 7 mil 267 córneas, 365 un hígado, 47 un corazón y un paciente requiere de un pulmón, de ellos, 850 son niños a quienes se les da prioridad cuando aparece un donador menor de 18 años de edad.
José Salvador Aburto Morales, director del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), aseguró que es mejor brindar información a la sociedad para que haga conciencia sobre la importancia d e donar órganos y tejidos para salvar o mejorar vidas.
“En este sexenio las campañas e información que se ha dado han permitido que durante esta administración aumentara 28% el número de procuraciones de donante fallecido y 23.8% los trasplantes realizados”.
El director del Registro Nacional de Trasplantes, José André Madrigal Bustamante, detalló que en 2017 se concretaron dos mil 57 donaciones de personas fallecidas, lo que representa un incremento de 3% respecto a 2016, siendo el primer año que se superan las dos mil donaciones de este tipo.
Los donantes fallecidos por muerte encefálica pasaron de 510 a 518, con un incremento de 9.2%.
Con esto, la tasa de donante por muerte encefálica se ubica en 4.5 por millón de habitantes. Recordó que, quienes mueren por infarto pueden donar tejidos como las córneas, pero los órganos, estos últimos se obtienen de donantes con muerte cerebral.
En su oportunidad César Villaseñor Colín, coordinador de Donación y Trasplantes del Centro Médico Nacional La Raza del IMSS, consideró que forzar la donación de órganos podría entorpecer el proceso de aceptación cultural.
"Todavía tenemos muchos principios religiosos e incluso de costumbres arraigados en diferentes sectores de la población y no sería adecuado forzar a los familiares a aceptar la donación. La cultura de México es diferente y una legislación similar a la de Holanda más que facilitar, podría entorpecer la donación".
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