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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
La Iglesia católica lanzó un llamado a la sociedad para “cerrar filas” y así disminuir de manera eficaz la violencia que enfrenta México desde hace varios años. Pidió a la ciudadanía no “quedarse dormida”, puesto que se requiere de su participación comprometida para solucionar los problemas del país.
En entrevista con EL UNIVERSAL Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), dijo que la Iglesia está dispuesta a colaborar en el proceso de reconciliación planteado por el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, puesto que ante los niveles de violencia e inseguridad, el pueblo mexicano debe estar unido para la reconstrucción del tejido social y la edificación de la paz.
Miranda Guardiola destacó que aún no han tenido un acercamiento con el mandatario electo, pero participarán en cualquier ejercicio que tenga como fin diminuir la violencia, así como poner a disposición de la población mecanismos como los centros de atención a víctimas o talleres de escucha, que han implementado en diócesis como la de Michoacán y Acapulco.
¿Cómo deben actuar la ciudadanía y los laicos frente al cambio de gobierno federal?
—No era solamente participar el 1 de julio, sino, así como se debía observar las propuestas de los candidatos, ahora es prioritario mantener esa misma participación, dando seguimiento a este tiempo de transición y a las propuestas del nuevo gobierno, para que se conduzcan no solamente como lo anunciaron, sino que se encarguen de salvaguardar la dignidad de las personas, los valores como la familia, la vida y el trabajo, los migrantes, la pobreza.
¿Cuál debe ser el papel de los laicos ante problemas como la violencia y la inseguridad?
—El tema de la inseguridad y la violencia nos ha estado retando a todos los mexicanos desde hace muchos años, desafortunadamente no hemos podido disminuirlo o enfrentarlo de una manera eficiente y correcta en el sentido de disminuir el índice de muertes, de delitos.
Hay que unirnos a esta campaña de reconciliación, de reconstrucción del tejido social, donde cada actor y ciudadano debe tener lo propio, nadie puede sentirse exento, cada quien [debe] poner de su inteligencia y capacidad, de todos los recursos para esa construcción de paz, para distender oposiciones, conflictos y para encontrar soluciones
¿Cual sería el principal aporte para la paz de la Iglesia católica?
—Dar a conocer lo que se está haciendo desde la dimensión de justicia, paz y reconciliación, de las acciones de la pastoral social a nivel nacional, diocesano y parroquial, que tiene que ver con el acompañamiento de las familias [de personas] que se encuentran desaparecidas, la atención de las víctimas, los centros de escucha, los talleres de participación ciudadana en distintos ámbitos electorales y postelectorales, así como todo lo que tiene que ver con la atención de las familias para reconstruir el tejido social; los niños abandonados, las madres solteras, tenemos que atender el problema social desde un ámbito integral.
¿El cambio de gobierno es una oportunidad de cambiar la participación ciudadana?
—En cualquier momento la ciudadanía tendría que estar activamente comprometida ante este nuevo gobierno que fue electo y que fue una decisión de nuestro país. Nosotros debemos seguir trabajando, no podemos bajar la guardia, debemos poner todos lo que cada quien tiene en sus estructuras y acciones para seguir avanzando en estos temas. La sociedad no se puede quedar dormida, tiene que mantenerse despierta porque son tantos temas que nos ocupan que necesitan ser resueltos, mejorar tantas situaciones académicas, familiares, laborales, ecológicas, etcétera.
¿Este modelo de atención a víctimas que la Iglesia católica tiene en las diócesis se lo han ofrecido al virtual presidente electo?
—Lo que está haciendo la Iglesia desde hace varios años es un recurso que le pertenece a la sociedad y que es para el bien de nuestro pueblo. Por supuesto que estamos en la mejor disposición de colaborar con todo el corazón. A nadie más que a la Iglesia y a todos los ciudadanos nos interesa que haya paz, que no haya tantas muertes y robos. Estamos materialmente dispuestos y trabajando para tratar de reducir los crímenes y la violencia. Estamos completamente dispuestos a colaborar y participar en lo que contribuya a la pacificación de nuestro país.
¿Han tenido algún tipo de acercamiento con el nuevo presidente?
—Todavía no.
¿Están dispuestos a participar en el proceso de pacificación?
—Por supuesto.