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La contratación de coberturas petroleras arroja un saldo de 72 mil 232 millones de pesos, que han sido destinados a estabilizar los ingresos del presupuesto en “momentos económicos adversos”, expone un estudio del Instituto Belisario Domínguez (IBD), en el que se revisa este rubro de 2002 a 2017.
En consecuencia, la estrategia de coberturas petroleras ha sido acertada, pues “protegió las finanzas públicas de las fluctuaciones en el precio del petróleo”, manifestó el IBD en una investigación de los costos y pagos por este seguro.
Los ingresos financieros derivados de dichos instrumentos “han superado sus costos, lo que a su vez ha facilitado la transferencia de recursos al gobierno en momentos económicos adversos”.
Señaló que: “La viabilidad de mantener la estrategia en los siguientes años dependerá de los costos que ésta implique, los cuales a su vez dependerán de las expectativas del precio del petróleo y de su volatilidad en los mercados internacionales”.
Para 2018, la cobertura para garantizar un precio promedio del crudo de 46 dólares por barril tuvo un costo de 24 mil 134 millones de pesos, y servirá para asegurar un piso mínimo de ingresos, en caso de que el precio promedio de la mezcla mexicana sea menor al pactado con la cobertura, indicó.
El costo de las coberturas petroleras se ha erogado a través del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) y, antes, del Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros.
Indicó que la contratación de las coberturas petroleras en el periodo 2002-2017 representó un costo acumulado de 193 mil 358.2 millones de pesos, a precios de 2017; y los ingresos derivados del ejercicio de las coberturas en tres años sumaron 265 mil 590.3 millones de pesos a precios de 2017.
