Más Información
Sheinbaum habla con Trump; “Caravanas no llegan a la frontera norte, son atendidas en México”, afirma
Canadá estudia imponer aranceles a productos de EU tras amenaza de Trump; ya analiza qué artículos serán gravados
Sólo hay 20% de posibilidad de que Trump ponga aranceles a Mexico; EU pagaría 3 mil dólares más por autos, asegura Ebrard
"¡Estamos listos!", asegura la astronauta Katya Echazarreta; liderará la primera misión latina al Espacio
Fiscalía de Querétaro identifica 14 víctimas de Marilyn Cote; falsa psiquiatra de Puebla acusada de usurpación y lesiones
Inai pide al Senado reconsiderar su extinción; funciones distribuidas en otras dependencias dañará certeza jurídica, afirma
alberto.morales@eluniversal.com.mx
A Bernardo Félix se le rompe la voz. Aprieta la mandíbula y sus ojos se vuelven cristalinos.
“Hay que dar gracias a Dios de que estemos vivos para ayudar a los que quedaron en este desastre”, dice el hombre de unos 55 años de edad, quien forma parte de una cadena humana que integra con cientos de héroes anónimos que dejaron su trabajo para ser voluntarios en la Cruz Roja de Polanco.
El señor Félix es supervisor de una empresa de valet parking, no acepta recibir agua o alimento; aguanta el inclemente sol y asegura que es un doble sobreviviente: primero, del terremoto de 1985 y ahora el de este 19 de septiembre.
“Soy un doble sobreviviente, del primero, del terremoto de 1985 y el que ocurrió este 19 de septiembre de 2017”, explica.
Vecino de Ciudad Satélite, dice que el sismo de 1985 ha sido el más doloroso que ha vivido.
“Vivía en el Estado de México, pero al entrar a la Ciudad de México estaba totalmente devastada. ¡El Monumento a la Revolución parecía que estaba bombardeado!, había polvo por donde quiera, era completamente una zona de desastare.
Pero a 32 años, el señor volvió a vivir esa terrible experiencia. Asegura que Ciudad Satélite “se movió a lo máximo, pensé que se caían las Torres”.