Las Fuerzas Armadas no cuentan con protocolos de operación ni atención a la ciudadanía ante la emergencia sanitaria que se vive por el Covid-19 , pues las pandemias no son contempladas en el Plan-DN-III-E ni en el Plan Marina , advirtió Causa en Común.

Durante la mesa de análisis ‘El papel de las Policías, Guardia Nacional y Fuerzas Armadas en la contingencia sanitaria’, la presidenta de la organización ciudadana, María Elena Morera, consideró necesario renovar sus planes de actuación ante emergencias para incluir información específica sobre fenómenos biológicos como las epidemias.

La activista refirió que la emergencia por el coronavirus tiene lugar en el marco de la peor crisis de inseguridad y violencia en la historia moderna de México, por lo que “las decisiones de alto nivel sobre el papel de las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiacos deben ser más sensatas que nunca, tendrían que atenerse a la vocación de cada uno de estos cuerpos y ajustarse a lo que establecen nuestras leyes a fin de preservar la seguridad de las personas y la gobernabilidad del país”.

Recordó que se han desplegado más de 81 mil elementos de la Guardia Nacional para labores de prevención del delito, tales como evitar el saqueo de supermercados y reforzar la vigilancia en carreteras y centros comerciales, sin embargo, dijo, se mantiene la violencia criminal en la mayor parte del país.

En su intervención, el director de Relaciones Interinstitucionales de la Vocería de la Guardia Nacional, Jorge Lumbreras señaló que las cuatro tareas específicas de la Guardia Nacional en el marco de la pandemia son: prevención y contención del desorden social, plan de atención en instalaciones estratégicas, ciberseguridad, seguridad logística de insumos médicos y recursos estratégicos.

Lumbreras precisó que “el gobierno federal se comprometió a garantizar la continuidad de las operaciones del gabinete de seguridad, cumplir medidas sanitarias con la población, prevención de Covid-19 en Centros Federales de Reinserción Social y la seguridad a migrantes”.

Por su parte, el analista de seguridad, Alejandro Hope, resaltó que la pandemia altera patrones delictivos. Un ejemplo, dijo, es que, con negocios cerrados, se dificulta cometer delitos como el robo o la extorsión.

Agregó que otro patrón delictivo que ha cambiado es la disminución en la venta de drogas, lo que pone a los delincuentes en una condición de debilidad que podría aprovechar el Estado para recuperar territorios.

“La emergencia sanitaria podría justificar desplegar recursos del Estado para ir a lugares donde la presencia de la autoridad ha sido frágil, desde sitios donde venden drogas o artículos robados, para dar un mensaje de presencia de autoridad” y ganar esos espacios perdidos ante la delincuencia, señaló Hope.

En tanto, el excomisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, recomendó voltear a ver los protocolos del Comité Internacional Cruz Roja, así como de la Oficina Contra las Drogas y Delitos de la ONU sobre la actuación de las fuerzas del orden ante el Covid-19.

Indicó que, en el caso de la Cruz Roja, ésta recomienda que los elementos de seguridad usen mecanismos de protección como mascarillas, guantes y sanitizar sus instrumentos de trabajo constantemente.

MAOT

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