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La flor de cempasúchil, junto con las calaveritas, el pan de muerto, las frutas y la comida típica de temporada, son algunos de los elementos que dan vida y color a las tumbas y ofrendas de Día de Muertos.
Por sus raíces en lengua náhuatl " cempohualli ": veinte, y " xóchitl ": flor, es también conocida como “flor de 20 pétalos” , y es utilizada para marcar de manera simbólica el camino de los muertos hasta las ofrendas colocadas en las celebraciones mexicanas del 1 y 2 de noviembre.
Se dice que el aroma de sus pétalos posibilita y dirige la llegada de las ánimas del más allá. Es una tradición que ha tenido presencia en los pueblos prehispánicos y permanece en las tradiciones católicas.
El cempasúchil tiene una altura de entre 60 centímetros y un metro , florece después de la época de lluvias, puede encontrarse en colores amarillo y naranja, además de que es muy aromática al estrujarse.
Para la presente temporada fueron cultivadas casi 14 mil toneladas de cempasúchil en unas mil 500 hectáreas, comentó el director general de Fomento a la Agricultura de la Sagarpa, Santiago José Arguello Campos.
El funcionario de la subsecretaría de Agricultura detalló que la producción total corresponde a 20 municipios de los estados de Puebla, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca y San Luis Potosí.
Refirió que Puebla ocupa el primer lugar nacional en la superficie y la producción de la flor, al cultivar 10 mil 836 toneladas en 2016, es decir, 80 por ciento del total.
Le siguen Guerrero, con casi 870 toneladas; Hidalgo, con 704 toneladas; San Luis Potosí, con 422 toneladas; Oaxaca, con al menos 317 toneladas, y Morelos, con 253 toneladas, apuntó en entrevista con Notimex.
Como parte de esta producción, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), fueron sembradas cerca de millón de plantas en maceta, aunque la presentación más común es en manojos de 12 a 15 piezas o rollos y gruesas (doce docenas).
Señaló que las tormentas y huracanes de este año dejaron algunos daños en el cultivo de cempasúchil, “pero es mucho menor comparado con las cosechas que tenemos, incluyendo flores, y aun cuando es a cielo abierto”.
Pese a ello, Arguello Campos estimó que la comercialización de la “flor de muerto” deje una derrama económica de entre 40 y 50 millones de pesos, de acuerdo con la experiencia de años anteriores.
Mencionó que los ingresos obtenidos beneficiarán a cerca de mil productores, en su mayoría de pequeña escala, y sus familias, y refirió que la gran parte de la producción es destinada a los estados de la zona centro para su venta.
Por otra parte, el funcionario federal recordó que el cempasúchil es también utilizado como materia prima para hacer colorantes de origen vegetal y después es exportado a algunos países de Centroamérica y Asia, principalmente.
En la agricultura orgánica, indicó la Sagarpa, la “flor de muerto” es empleada para extraer abono que sirve para controlar nemátodos, extractos acuosos y polvos para repeler o matar insectos y, con la rotación del cultivo, se abaten las poblaciones de gallina ciega y tiene efectos fungicidas.
En la industria alimenticia se utiliza la harina deshidratada de ésta, con la finalidad de asegurar la pigmentación de la carne de gallina y la yema de los huevos, añadió.
ahc