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Con una ofrenda y una misa familiares de mineros recordaron la explosión en la mina de Pasta de Conchos , Coahuila.
A trece años de este hecho familiares pidieron al gobierno que cumpliera con su promesa de rescatar los cuerpos que quedaron atrapados cuando la mina colapsó.
Una agonía constante es como Yolanda Ramos describe la lucha por recuperar el cuerpo de su hijo que trabajaba en la mina y a quien vio por última vez la noche del 19 de febrero cuando se despidió de él antes de partir al trabajo.
"Para mí es como una agonía constante, estar esperando a que me regresen el cuerpo de mi hijo. Es como si fuera el primer día, es muy difícil no me canso de pedirle a Dios recuperar el cuerpo de mi hijo para tener una tumba a donde ir a llorar", expresa.
Yolanda recuerda que su hijo, Iván Alberto Cruz, tenía 26 años cuando falleció en la explosión y dejó a tres hijos huérfanos, uno de siete años, otro de tres y uno que acababa de nacer, este último es la razón por la que Yolanda todos los días se levanta.
"Mi nieto tiene trece años, él es mi motivo, mi impulso. Tal vez no tenga a mi hijo pero todos los días cuando veo a mi nieto y lo abrazo es como si aún siguiera conmigo mi hijo", dice entre lágrimas.
Tras la reunión con la Subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaria de Gobernación, Yolanda confío en que las autoridades cumplan su promesa de recuperar los cuerpos de sus familiares.
Minutos antes de las once de la mañana comenzaron a arribar familiares y activistas al antimonumento por la explosión de Pasta de Conchos ubicado en la Glorieta de la Palma sobre Paseo de la Reforma, en el lugar se celebró una misa para pedir por el descanso de los 65 trabajadores que quedaron atrapados tras el derrumbe de la mina .
A manera de ofrenda activistas de derechos humanos y familiares colocaron una jaula, dentro de ella echaron carbón y cascos mineros en memoria de los trabajadores, cuyos cuerpos confían en poder rescatar.
mpb