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La Universidad Nacional Autónoma de México enviará a dos expertos del Instituto de Geofísica para apoyar en el estudio y seguimiento de la actividad del Volcán de Fuego en Guatemala, después de que su erupción dejó 109 personas muertas.
Los investigadores Robin Campion y Denis Xavier Francois Legrand tendrán tres objetivos en su misión: hacer un diagnóstico de las redes de monitoreo volcánico ; dar asistencia técnica para optimizar los sistemas de monitoreo; y capacitar a los especialistas guatemaltecos en técnicas de procesamiento de datos que permitan diagnosticar la actividad volcánica.
“La situación es caótica porque muchas carreteras han sido bloqueadas, hay mucho sufrimiento humano y condiciones difíciles para evaluar la actividad del volcán”, explicó Campion.
El especialista en mediciones de gases volcánicos espera poder monitorear el coloso desde el volcán Acatenango, el cual tiene un punto de visión más alto, con el objetivo de hacer las mediciones por arriba de las nubes generadas por la erupción que todavía no se han dispersado.
Sus instrumentos de trabajo serán una cámara, una lámpara UV, un espectrómetro ultravioleta para medir dióxido de azufre y un analizador portátil de gases.
También trabajará en calibrar los equipos del el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) de Guatemala, que ya aceptó la colaboración de los investigadores universitarios.
“Estaremos a disposición del instituto guatemalteco para hacer mediciones y entrenar a sus integrantes para que ellos mismos realicen esta tarea, dijo.
Denis Xavier Francois Legrand, especialista en sismología, lleva un sismómetro de banda ancha que permite grabar los temblores tectónicos y volcánicos, y un sistema de adquisición de datos para grabar la información. Con las estaciones de monitoreo en Guatemala complementarán los datos a analizar.
En estos momentos, comentó, uno de los principales riesgos posteriores a la erupción es la presencia de lahares, que son flujos de sedimento volcánico y agua que se movilizan desde las laderas del volcán.
“Está por comenzar la temporada de lluvias y la ceniza está cayendo, así que es importante alertar a la población”, dijo.
El Volcán de Fuego tenía un patrón de comportamiento cíclico , y aproximadamente cada mes generaba emisiones moderadas; ahora es importante revisar si ese patrón continúa o si la erupción fue tan fuerte que lo modificó.
El principal riesgo es que había tenido muchas explosiones desde el inicio del año, “todas pequeñas, entonces la gente se ha acostumbrado, pero la naturaleza no tiene un patrón estricto y es difícil saber cuándo será diferente”, concluyó.
Esta semana, los especialistas alertaron sobre la necesidad de que México invierta recursos económicos para la investigación e instrumentación volcánica, puesto que son necesarios para vigilar la erupción volcánica ; la inversión en investigación es la mejor forma de proteger a la población.
México tiene dos volcanes activos: el Popocatépetl y el de Colima, y este último presenta muchas similitudes con el de Guatemala.
“La educación es esencial para las poblaciones que viven alrededor, y aunque se vean inofensivos, son un peligro”, alertó Robin Campion.
ahc