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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Vecinos del colegio Enrique Rébsamen, siniestrado el pasado 19 de septiembre a raíz del temblor y donde 19 niños y ocho adultos perdieron la vida, aseguran que la tragedia se pudo evitar si la delegada en Tlalpan Claudia Sheinbaum y los encargados de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), así como del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) hubieran hecho caso a las denuncias que levantaron desde hace un año y que alertaban de la mala construcción de la escuela.
En las inmediaciones de las colonias Nueva Oriental y Ex-Hacienda Coapa, en Tlalpan, existen por lo menos nueve colegios en condiciones similares al Rébsamen —donde construyeron niveles de más sin los permisos necesarios— y que además no cuentan con los usos de suelo para operar, pues todos, según documentación en poder de EL UNIVERSAL, tienen uso de suelo habitacional con un máximo de construcción de tres niveles, datos que se pueden corroborar actualmente en la Seduvi.
Sin embargo, todos estos sitios que originalmente eran domicilios particulares y algunos iniciaron como guarderías poco a poco, y debido a la demanda de cupo para los estudiantes, se fueron ampliando, edificando más salones, más niveles y fueron copando los espacios. La organización de vecinos del sector asegura que estas construcciones son similares al Rébsamen, donde edificaban sin las normas establecidas, pues se fueron haciendo de salón en salón conforme crecía la demanda de estudiantes.
Denuncian planteles. Las denuncias que los vecinos presentaron ante la delegada Claudia Sheinbaum y las autoridades del Invea y Seduvi detallan que los colegios que funcionan como tales aunque tienen uso habitacional son el Gymboree KinderGym, ubicado sobre Calzada de las Brujas; el Instituto Herbert Martínez de Escobar, A.C., que está sobre la calle Liorna 19. Esta escuela es para niños con capacidades diferentes y está registrada ante la Seduvi como “casa hogar” y su objetivo social es atender a personas en situación de calle, sin embargo, opera como colegio.
El colegio Monterde, en la cerrada Rancho Xintle número 7; el colegio Alejandro Guillot, de Rancho Cachichal 12 (dos planteles sobre la misma calle), y el colegio Alejandro Guillot, nivel secundaria, plantel 2, de calle Rancho Camichines 19, en la que los vecinos denunciaron que hace dos años construyeron un cuarto nivel, cuando la Seduvi señala específicamente un máximo de tres niveles.
También, el Palmerston School de Rancho Camichines 19; el Centro de Estudios Físico Matemáticos, S.C., de Calzada de las Brujas 55; el City College, de Prologación División del Norte 4366, y el Ashmont School, en Prolongación División del Norte 4284, donde también hace dos años aproximadamente se edificó un cuarto piso, cuando la Seduvi especifica que el uso de suelo es habitacional y con un máximo de tres niveles.
Los vecinos temen que, al igual que en el Rébsamen, el Ashmont School y el Alejandro Guillot colapsen debido a los anexos extras, algo que, aseguran, han hecho saber a las autoridades desde hace más de año y medio, pero no se han tomado previsiones.
“Lo que queremos es evitar una tragedia como la del Rébsamen. A ese colegio lo denunciamos en tiempo y forma, fuimos con la delegada y no nos hizo caso. Con las demás escuelas es lo mismo, nosotros conseguimos los documentos de Seduvi que muestran que violan la ley, no tienen el uso de suelo ni los permisos para trabajar así. Ya pedimos revisión de Protección Civil, al Invea que las clausure, y nada”, aseguran.
“Hay varias escuelas a las que les ponen los sellos de clausura y después no sabemos qué pasa, si se arreglan, si pagan la multa o no entiendo, pero después siguen operando. La corrupción es muy grande en la delegación. Algunas escuelas no tienen un punto de reunión en caso de tragedia, no hay salidas de emergencia, señalamientos ni nada, y las consecuencias las pagan los niños. Es muy grave lo de las escuelas aquí”, comentó Margarita López, vecina del sector de Coapa.
Los vecinos esperan que la tragedia del Rébsamen sirva de ejemplo y las escuela de manera urgente y antes que regresen los niños a clases sean revisadas exhaustivamente.