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Antonio Collado Mocelo
, defensor de Alejandro Gutiérrez Gutiérrez , ex secretario general adjunto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y acusado del delito de peculado agravado, presentó una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por violación a los derechos humanos por supuestos actos de tortura sufridos por su representado en el Centro de Readaptación Social Estatal (Cereso) 1 de de Chihuahua.
En diversas ocasiones, informó el abogado, a la celda de Gutiérrez Gutiérrez han entrado personas que de manera violenta le dicen que se “agache”, que “no levante la cabeza” y tomándolo de los brazos lo jalan mientras le dicen “camina, apúrate”, al tiempo que lo empujan, llevándolo a lo que el detenido ubica como el lugar de la enfermería del penal, en el cual le dicen que siga agachado y, pegándole en la cabeza, le mencionan que no puede ver, que cierre los ojos y que no se enderece.
Collado Mocelo indicó que una vez agachado su representado por varios minutos, le han dicho “que ya coopere, que mencione que Beltrones y Videgaray fueron los que organizaron todo, que si no lo hace lo van a tener ahí guardado por años, que piense en su familia, ya que lo pueden mandar al área de población general donde se encuentran personas muy peligrosas de diferentes bandas delictivas.”
El último atropello, aseguró el abogado, ocurrió la medianoche del pasado domingo 14 de enero, cuando cuatro custodios del penal ingresaron a su celda, pretendiendo realizar una diligencia sin la presencia de su abogado defensor, a la que se opuso.
El pasado 20 de diciembre, autoridades federales en coordinación con la Fiscalía de Chihuahua detuvieron a Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, por su presunta participación en el desvío de 240 millones de pesos de recursos públicos a campañas electorales.
“Al licenciado Alejandro Gutiérrez Gutiérrez se le somete durante todo el día a vigilancia a través de una cámara de videograbación instalada en su lugar de reclusión, amén de que tiene una lámpara prendida que jamás se apaga, lo que le impide descansar y estar tranquilo, con que se afecta su salud física y mental”, afirmó.
Collado Mocelo solicitó a la CNDH que realice la investigación correspondiente y se ponga a salvo a su representado, ante los actos que calificó como “crueles, inhumanos y degradantes” y pidió que se admita a trámite la queja que se promueve y, emita recomendación a las autoridades responsables, precisando las medidas para la efectiva restitución de los derechos fundamentales afectados y, en su caso, para la reparación de los daños y perjuicios que se le han ocasionado a su representado.