En el nivel de preparatoria, 7 de cada diez estudiantes , tanto hombres como mujeres sufren ciberacoso a través de redes sociales y servicios de mensajería .
La exposición al uso de dispositivos electrónicos, redes sociales y el acceso al internet pone a los jóvenes en condiciones de vulnerabilidad, reveló el estudio “Violencia de género y bullying en la educación superior: universidades públicas y privadas en México” , que elaboraron académicas de la Universidad del Valle de México con base en encuestas levantadas en cuatro entidades del país a mil 73 estudiantes.
Los estudiantes varones reportaron que fueron víctimas de personas que accedieron a sus redes sociales sin permiso (23.2%); les enviaron mensajes de textos ofensivos a sus teléfonos celulares (28.6%); les enviaron mensajes ofensivos por Facebook, Twitter y otras redes sociales (32.0%); y en 33.4% recibieron mensajes con contenido sexual.
Mientras que las mujeres reportaron con mayor frecuencia: haber sido acosadas por medio de correos electrónicos o mensajes en las redes sociales (19.5%); mandado mensajes ofensivos por medio de celular (22.8%); mandado mensajes ofensivos por Facebook, Twitter y otras redes sociales (27.8%) y ha recibido mensajes con contenido sexual (20.5%).
La violencia persiste a lo largo del trayecto educativo puesto que 97.9% de los estudiantes participantes dijeron haber sufrido algún tipo de violencia durante su vida estudiantil.
Arcelia López Cabello, académica de la Universidad del Valle de México que participó en este estudio explicó que el primer espacio donde se experimenta la violencia es en el hogar y en segundo lugar la escuela, “por lo que las instituciones educativas por sí solas no erradicarán este problema, es necesario que los padres de familia se involucren”.
Para prevenir este problema es necesario implementar programas directos y asertivos para que en primer lugar se identifique, que exista una atención y seguimiento multidisciplinario en las instituciones educativas y sobre todo que desde el hogar los padres se responsabilicen en la atención de sus hijos, quienes necesitan ser escuchados y en muchas ocasiones se sienten solos.
“Se da por hecho que en la universidad los jóvenes ya no necesitan ayuda, y sí la necesitan un ejemplo claro es que no logran reconocer que hay unas circunstancias que pueden vulnerar su persona”.
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