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Smud
es una silla de ruedas creada por estudiantes del Instituto Politécnico Nacional ( IPN ) que combina programación, electrónica, energía sustentable , tubos de acero y aluminio que además es baja en costos y se adapta a las necesidades de las personas que sufren algún tipo de discapacidad .
Como cualquier silla de ruedas eléctrica, Smud cuenta con un botón de encendido y apagado, realiza los movimientos clásicos de conducción hacia atrás, adelante, izquierda y derecha por medio de un control manual mejor conocido como joystick, además le adaptaron un panel solar de 70 por 40 centímetros para aumentar la vida y eficiencia de la batería.
Este control fue conectado a una placa de programación Arduino, la cual tiene un pequeño microprocesador programable que interpreta las instrucciones que deben seguir los motores y relevadores con que cuenta la sill
a, explicaron José Luis Guevara Calderón y Javier Elizalde Dimas, alumnos del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) 7 “Cuauhtémoc”.
Los estudiantes mencionaron que la duración de los modelos comerciales de sillas es de cuatro a seis horas, por lo que construyeron un módulo con cuatro baterías de ácido-plomo de 12 volts, que combinado con energía eléctrica y solar, alimenta la silla hasta por 10 horas.
Otra ventaja del prototipo de los alumnos de la carrera técnica de Instalaciones y mantenimiento eléctrico es el precio que está calculado entre 15 a 20 mil pesos a diferencia de las sillas comerciales cuyos costos suelen alcanzar hasta los 200 mil pesos.
“Con este proyecto queremos ofrecer un producto de calidad con un menor precio porque sabemos que las personas con escasos recursos no pueden acceder a estos dispositivos”, manifestaron.
Los docentes José Jorge García Jiménez, del CECyT 7 y Luis Armando Loera, del CECyT 3 “Luis Enrique Erro”, quienes asesoraron a los jóvenes politécnicos indicaron que en este momento la silla cuenta con un solo modo de conducción pero trabajan para que pueda ser manejada por voz o algún dispositivo móvil como el celular.
Los
estudiantes
también planean colocarle un sensor para que, en caso de que sufra alguna caída se realice automáticamente una llamada a la cruz roja o a los familiares para que le puedan brindar el auxilio necesario.
Los politécnicos invitaron a todas las instituciones educativas en el país a aplicar sus conocimientos en la innovación “porque aunque el esfuerzo sea pequeño, México necesita muchas mentes que hagan las cosas bien y eficientes para que juntos dejemos de depender de la tecnología extranjera”.
mpb