El martes 27 de agosto de 1968 , se llevó a cabo "la mayor manifestación de que se tenga memoria en México", miles de estudiantes, campesinos, obreros, maestros y padres de familia desfilaron hasta el Zócalo del entonces Distrito Federal. Así lo relató Mario Aguirre en su crónica para aquella edición de EL UNIVERSAL.
Como parte de la conmemoración del 50 aniversario del inicio de los movimientos estudiantiles y los trágicos acontecimientos suscitados en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968 , El Gran Diario de México de su archivo histórico rescata las publicaciones del día a día que detallan el desarrollo de estos hechos.
Tras la multitudinaria marcha realizada la noche del 27 de agosto , los dirigentes estudiantiles acordaron que el dialogo con las autoridades para resolver el conflicto se llevaría a cabo el primero de septiembre a las 10:00 horas en la Plaza de la Constitución, siempre que las autoridades accedieran al diálogo público y el gobierno federal resolviera los seis puntos que contenía el pliego petitorio, de esta forma, el conflicto estudiantil terminaría definitivamente.
Antes de que diera comienzo el mitin, a los estudiantes los esperaban unas 20 mil personas, entre los que se encontraban vendedores ambulantes, padres de familia, obreros y, entre otros, 200 ciegos pertenecientes a la Asociación de invidentes del Distrito Federal.
Cuando el contingente de la marcha entró a la plancha del Zócalo , alumnos del Politécnico ingresaron a la Catedral Metropolitana y echaron al vuelo las campanas.
El padre sacristán Jesús Pérez, les facilitó el acceso, ante el temor de mayores desórdenes, lograron también encender las luces del formidable monumento histórico para alumbrar su mitin "monstruo", como la llamó la prensa.
Participaron contingentes del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma de México, de la Escuela Nacional de Chapingo , de la Escuela Nacional de Maestros , de la Escuela Normal Superior, asociaciones de padres de familia, maestros, asociaciones de intelectuales, obreros, artesanos, entre otros.
Varios cientos de miles de capitalinos presenciaron desde sus inicios en lugares aledaños del Museo de Antropología, en Chapultepec, el recorrido por Paseo de la Reforma, avenida Juárez y Cinco de Mayo, hasta llegar a la plaza de la constitución, que fue insuficiente para dar cabida a la nutrida concentración de protestantes.
Entre quienes presenciaron la manifestación había infinidad de turistas que filmaron escenas y tomaron cientos de fotografías.
Numerosos vehículos con altavoces entraron a la plaza y en el asta bandera monumental, los manifestantes izaron una bandera rojinegra.
Los estudiantes de las escuelas prevocacionales, vocacionales, preparatorias y de enseñanza superior, de trecho en trecho, gritaban números pares: "Dos, cuatro, seis..." hasta llegar a 32, que según ellos fue el número de víctimas estudiantiles de los disturbios de finales de julio y principios de agosto, luego un joven con "corneta" ejecutaba el toque de silencio y los grupos de estudiantes marchaban callados, hasta que metros antes recomenzaban el conteo.
Los " goyas " y otros cánticos estudiantiles de repetían con gran júbilo, de igual modo las porras para los héroes patrios como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Francisco Villa y Emiliano Zapata.
La llegada de cada contingente era recibida entre aplausos y porras por los grupos de vanguardia. Comenzaron a llegar poco antes de las 18:00 horas y pasadas las 20:00 continuaban concentrándose.
La manifestación terminó al rededor de las 21:30 horas, al cantar los manifestantes las estrofas del Himno Nacional y lanzar porras al Instituto Politécnico Nacional y a la Universidad Autónoma de México.
Durante el mitin demandaron la libertad de 86 presos políticos, los diversos oradores que se dirigieron a la multitud que llenó materialmente el Zócalo, agradecieron el apoyo popular que había recibido el movimiento. Un orador dio lectura a un mensaje que envió a la manifestación Demetrio Vallejo, en el cual hizo público que el único responsable por su estado era el Presidente de la República.
Tras el mitin se acordó que algunos estudiantes se quedarían a pernoctar en la Plaza de la Constitución, se calculaba que las guardias estarían compuestas por más de 3 mil personas que sería relevadas cada 24 o 48 horas.
msl