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Para enfrentar la crisis en las universidades del país el apoyo a corto plazo debe llegar de los gobiernos estatales, señaló Jaime Valls, secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue, aseguró que no porque algunas universidades estatales hayan tenido malos administradores se debe castigar el presupuesto de toda una institución.
En el marco de la reunión del Consejo Nacional de la ANUIES, expresó que ante la situación de “quiebra” de algunas universidades locales se espera una alternativa, a pesar de que hayan sido observadas por la Auditoría Superior de la Federación.
Empero, la Secretaría Educación Pública (SEP) insistió en que este año no habrá más dinero para las ocho universidades que han manifestado tener problemas financieros debido a las contingencias provocadas por sismos y huracanes, señaló el director general de Educación Superior Universitaria de la SEP, Salvador Malo Álvarez.
A la sesión de apertura asistió el subsecretario de Planeación, Evaluación y Coordinación de la SEP, Otto Granados Roldán, quien destacó que la ANUIES ha sido un gran aliado para la reforma educativa.
Entrevistados por separado tras la Inauguración de la Conferencia Internacional ANUIES Alianzas de la Educación Superior por el Desarrollo Sostenible, que se realiza en la Universidad de Guadalajara, Valls Esponda, indicó que para esta organización es preocupante la crisis por la que atraviesan estas universidades porque no se trata de una coyuntura para el cierre de este año, sino que son problemas que se han arrastrado durante años.
“Han operado en condiciones deficitarias como resultado del crecimiento acelerado de la matrícula, el reconocimiento parcial de la plantilla de personal académico y administrativo, los compromisos contractuales adquiridos a lo largo de décadas y la falta de solvencia para cumplir con las obligaciones de pensiones y jubilaciones”, señaló.
Indicó que es necesario apoyar a todas las universidades públicas del país y en especial a éstas para poder llevar a cabo la restructuración que les permita salir de la crisis.
Valls consideró que los problemas estructurales de estas universidades se solucionarán a largo plazo y por ello se les apoya para lograr reformas que puedan hacer más eficiente su gasto. “Necesitan apoyo sobre todo de los gobiernos de sus estados. Los montos son variables y hemos trabajado con ellas y con la Subsecretaría de Educación Superior”, dijo.
A nombre de la SEP, Salvador Malo dijo que, aunque no se vislumbra una solución a corto plazo, no implica que se haya cerrado la puerta.
Indicó que los problemas financieras de estas instituciones son estructurales y muchas veces tienen que ver con la falta de acuerdos con los sindicatos y con los sistemas de pensiones y jubilaciones, por lo que desde febrero pasado se iniciaron los trabajos con ellas y los gobiernos estatales para tratar de encontrar una solución.
“Se fue trabajando durante varios meses y desafortunadamente cuando se estaban concluyendo los estudios para que las universidades salieran de esos problemas y no simplemente se les entregara recurso extraordinario año con año se atravesaron, entre otras cosas, sismos y huracán, y eso afectó las finanzas de la propia Secretaría de Educación Pública y el propio gobierno federal”, señaló
Malo indicó que al quedarse sin recursos se detuvo el proceso de negociación y no se logró hacer una propuesta concreta a la Secretaría de Hacienda y a los estados, aunque aseguró que se sigue trabajando en una posible solución.
“Lo que hicimos fue dar un aviso de que la situación era apremiante y no se arreglaría en el corto plazo, pero las conversaciones siguen, no tenemos una mala relación ni mucho menos, seguimos atentos y preocupados por lo que pasa en las universidades, pero no podemos decir que tenemos una solución”, refirió.
Explicó que tres de las ocho universidades en crisis financiera no han hecho públicos sus problemas, por lo que prefirió no nombrarlas; las otras cinco son Nayarit, Zacatecas, Oaxaca, Morelos y Michoacán.
Recordó que en el acuerdo que se venía trabajando las universidades presentarían una reingeniería financiera, mientras que los estados y el gobierno federal buscarían apoyar con recursos.
“Esta situación se disparó por una carta de un servidor donde les decía que por el momento no podemos seguir trabajando al ritmo que lo veníamos haciendo, pero eso no quiere decir que se haya cerrado la puerta y seguimos trabajando, pero la solución es tripartita”, puntualizó.
Por separado, Enrique Graue dijo que los funcionarios observados tendrán que responder por sus actos, puesto que las universidades públicas deben manejar sus recursos, que son públicos, con total transparencia, e indicó que la educación superior es prioritaria para el desarrollo del país, por lo que reiteró su petición de apoyar a las universidades públicas que se encuentran en problemas económicos.
“Hemos señalado con toda claridad que debe crearse un fondo de contingencia para el rescate de esas instituciones”, aseveró.