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“En el primer examen saqué 103 aciertos, sólo me faltaron tres para quedarme en la carrera de Medicina, pues el puntaje requerido era de 106, pero espero que esta vez sí me quede”, comenta Luis, un joven de 18 años que por segunda ocasión presenta el examen de admisión para la licenciatura de Médico Cirujano en la UNAM.
Unos minutos después de presentar la prueba, comenta que desde niño sabía que la UNAM es su única opción para estudiar.
“También pensé en hacer el examen en el Instituto Politécnico Nacional [IPN], pero como hoy también es su prueba, elegí aplicar para la UNAM. Desde niño he querido estar en sus aulas (...) No me veo en otra universidad, pues en ella está la carrera que quiero estudiar, además es la más destacada de América Latina”, refiere Luis.
Sorteando a docenas de jóvenes que, acompañados de sus padres, esperan ingresar al siguiente turno de la aplicación de la prueba, el joven asegura que estudió de forma autodidacta: “Sólo seguí la guía que la UNAM sugiere y otras más para completar. Esta semana estudié de manera más intensa, de lunes a jueves. Ayer, [viernes] no repasé porque quería descansar la mente; hoy me levanté a las seis y vine. No quise saturar mi cerebro de información, quise estar tranquilo”.
Afirma que debido a que ya había hecho la prueba en febrero pasado, conocía las preguntas que podrían venir y le fue un poco más fácil.
“Como ya sabía los temas y más o menos las preguntas, fue más fácil. El problema es que el puntaje es más alto, por lo que ya no serán 103 aciertos los que pidan”.
Consciente de que aplicó para obtener un lugar en la carrera más demandada de toda la UNAM, Luis confía que en unas semanas, cuando se difundan los resultados, “voy a aparecer en las listas, porque esta vez sí me quedaré. Estoy seguro”.
