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Desde el 30 de septiembre a la fecha se han registrado 3 mil 729 casos por influenza y 368 fallecimientos por este padecimiento. Es la cifra más alta reportada en los últimos cinco años.
El más reciente boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud indica que en la temporada de influenza —que inicia en la última semana de septiembre y concluye en marzo— correspondiente a 2014-2015 se registraron 2 mil 233 casos y 70 decesos por esta enfermedad.
De acuerdo con el reporte, el año con menos casos es la temporada 2016-2017 en la que se contabilizaron mil 609 casos y 180 muertes.
Los estados con mayor número de casos para esta temporada, que inició el 30 de septiembre, son la Ciudad de México, seguida del Estado de México, Oaxaca, Chihuahua y Veracruz. En su conjunto suman 36.9% del total de casos confirmados.
El documento refiere que de los 3 mil 729 casos, 51% son mujeres, mientras que los grupos de edad más afectados son los menores de nueve años y los mayores de 40 años.
Del total de enfermos por influenza desde el 30 de septiembre, 86% son del tipo AH1N1; 9% de la Cepa B y sólo 1% de AH3N2, mientras que 4% no ha sido tipificada.
“Los virus estudiados siguen sin presentar cambios antigénicos que alteren su virulencia o patogenicidad conocida, tampoco se ha identificado resistencia al oseltamivir”, destaca el informe.
La Secretaría de Salud explica que la mortalidad por este padecimiento se asocia a la atención médica tardía en 30.7% de los casos, así como a un retraso en el inicio de consumo de oseltamivir —fármaco para tratar la influenza— en 45.4% del total de los pacientes.
La ingesta tardía del medicamento generó complicaciones y muerte en pacientes que tenían padecimientos como diabetes, obesidad e hipertensión arterial.
La Secretaría de Salud recomienda a la población abrigarse y evitar los cambios bruscos de temperatura. La dependencia explicó que la influenza, también conocida como gripe, es una enfermedad respiratoria contagiosa provocada por los virus de la influenza. Afecta principalmente a la nariz, garganta, bronquios y, ocasionalmente, los pulmones.
La forma más eficaz de prevenir la enfermedad y sus consecuencias graves, indicó la secretaría, es la vacunación; otras recomendaciones importantes son el lavado de manos, evitar el contacto directo con las personas que estén enfermas, no tocarse la nariz, la boca y los ojos, así como limpiar las superficies de contacto más comunes en el hogar, en el trabajo o en la escuela, especialmente cuando alguien está enfermo.
Para atender esta enfermedad los médicos recetan antivirales, los cuales se diferencian de los antibióticos que tratan infecciones respiratorias ocasionadas por bacterias.