Rebeca Munguía tiene 15 años y para su corta edad es todo un hito. La sinaloense es la única mujer que va a participar en el equipo mexicano que, en agosto próximo, viajará a Sudáfrica a la Competencia Internacional de Matemáticas (IMC, por sus siglas en inglés).
Es la única adolescente que participará en un año en las tres competencias más importantes a nivel mundial: la IMC, en Sudáfrica; la Olimpiada Matemática de Centroamérica y El Caribe, en República Dominicana, y la Octava Olimpiada Matemática Europea para Niñas, en Kiev, Ucrania, que se llevó a cabo en abril pasado y de la cual Rebeca regresó con medalla de plata.
“Me gustaría sacar medalla en las competencias que ya vienen y sé que sí puedo hacerlo. Voy a entrenar hasta que lleguen las fechas y voy a esforzarme todo lo que pueda”, cuenta.
Reconoce que es gracias a sus entrenadores que ha obtenido buenos resultados y les agradece lo que han hecho por ella. “Me gustan las matemáticas cuando logro entenderlas, porque no son nada fáciles.
“Se siente bien [entenderlas] y se siente mejor cuando no tienes ni idea de qué era, pero estuviste un rato pensando, me gusta cuando logro comprenderlas de verdad”, comenta.
Cuando se enteró de que no había recursos para que ella y sus compañeros participaran en la IMC se sintió muy triste, “me entristecí y me enojó un poco el que no hubiera apoyos, haber entrenado tanto y quedarnos sin participar, porque no podíamos comprar boletos para viajar allá”.
Acostumbrada a competir con alumnas de preparatoria y secundaria, cuenta que no se siente nerviosa frente al reto que le espera en Sudáfrica, pues son lacapacidad y la preparación, no la edad, las que gana competencias.
“Es normal que en las competencias haya gente de muchas edades, he competido con niñas de tercero de prepa. Nuestras edades son distintas, pero eso no cambia el contenido que traes. En las olimpiadas no tiene nada que ver lo que estás viendo en la escuela, más bien se trata de cuánto tiempo le has invertido.
“Las matemáticas son muy divertidas”, externa. Espera que en las competencias nacionales e internacionales haya más espacios para las niñas pues, dice, los lugares los ocupan los niños.