El proceso electoral para la renovación de comités y dirigencias locales del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la Ciudad de México (STPRM) contó con el 70% de participación del sindicato y hasta el momento no se ha recibido ninguna impugnación, afirmó la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA).
En conferencia de prensa José Francisco Maciel Amaya, presidente de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje , destacó que el proceso electoral se llevó a cabo con “orden, seguridad, sin que se reportara ningún tipo de incidente” ; además de que se ofrecieron las condiciones para que los trabajadores emitieran su sufragio de manera libre y secreta .
“Se ha abierto la fase en la que ellos ante la Junta, es decir cualquier persona que de forma legítima considere que fue afectada su esfera jurídica y que por tanto tiene derecho a acudir ante este Tribunal de manera legítima, puede y están expeditos sus derechos para acudir ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, hasta el momento no tengo noticia de ningún proceso de impugnación”, dijo.
Explicó que el proceso de elección se realizó en 11 de las 36 secciones sindicales, con una participación ejemplar de los trabajadores en rangos superiores al 70% de los padrones registrados ; indicó que a petición de la propia organización sindical, los servidores públicos fueron testigos de la realización de las votaciones de manera ordenada y segura, con apego a las garantías de los trabajadores.
“Evidentemente todavía no culmina la parte vinculada con todo el proceso de renovación. Como ustedes bien lo precisaban faltan todavía 26 secciones. Estamos ahorita en la fase vinculada con la actividad interna del Sindicato. Es decir, cómo se llevan adelante las elecciones, las votaciones y la culminación de las actas de resultados”, dijo.
Detalló que la participación de la JFCA consistió, entre otras cosas, en la observación del sistema de identificación de los trabajadores de planta activos que tenían derecho a participar; que las boletas no contaran con ningún tipo de elemento o registro que pudiera poner en duda la secrecía del voto, que las urnas estuvieran a la vista de todos y vacías antes del inicio de los sufragios.
“Una vez que concluyó sin ningún tipo de incidente la jornada en donde ya no había un solo trabajador pendiente por emitir votación, se procedió al cómputo de los votos, y a la formulación del acta de resultados”, subrayó.
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