politica@eluniversal.com.mx

Los primeros días del largo puente de marzo dan inicio. En el Palacio Legislativo de San Lázaro, el nombre “Cámara de Diputados” deja de parecer real con la ausencia de los 500 legisladores que la conforman y a quienes si bien no siempre se tiene la suerte de ver juntos, con la asistencia de un centenar dan vida a cada rincón de la sala de debates.

Desde el viernes pasado varios adelantaron sus vacaciones para aprovechar el tiempo antes de regresar a sus labores el 2 de abril, casi a la par del inicio de las campañas electorales 2018 que sin duda han tenido un espacio importante en las discusiones previas a la orden del día de cada sesión.

Pocas personas llegan temprano a San Lázaro. Dan las 12:00 horas, pero al contrario de un día común en el que todos o la mayoría estarían ya presentes, no sucede. La estancia está vacía; los auditorios, inactivos, y el salón de sesiones se encuentra cerrado. No obstante, aún hay diputados que aunque no caminan por los pasillos o en la explanada, no olvidan los temas de agenda que se han trabajado los últimos días.

Rafael Soriano (PRD) deja su boletín para hacerse presente con su posicionamiento sobre el NAIM, más allá de su grupo parlamentario, manifiesta que le parece dudosa la transparencia con la que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México lleva a cabo la construcción y la califica como “caja negra”.

“No es una caja de cristal, pues en reiteradas solicitudes que hemos hecho para conocer los compromisos que han adquirido, se ha demostrado que el financiamiento de la obra es una caja negra”, indica.

El poco movimiento en el recinto permanecerá por los próximos días, un alivio para los legisladores después de resoluciones tan importantes como la del nuevo auditor Superior de la Federación o la organización de la agenda de iniciativas por discutir al regreso, entre ellas sobre la propaganda gubernamental a la que tienen que dar respuesta ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación antes del 20 de abril, si no quieren ser acusados de desacato.

El vestíbulo vacío que en repetitivas ocasiones es un museo para pequeños y jóvenes invitados de los diputados hoy es la descripción perfecta de una soledad que somete al Congreso en su totalidad.

El Senado no luce diferente. Guardias, recepcionistas y personal de limpieza son quienes dan un poco de vida a las oficinas, pero ningún legislador se presentó.

El pódium pareciera abandonado en medio de la nada, sin cámaras ni micrófono y sólo un estrado desolado en espera del término de temporada vacacional. El Salón de Sesiones se encuentra cerrado al igual que en San Lázaro y al auditorio principal Octavio Paz pocas veces se le ha visto tan tranquilo.

Diputados como Pablo Gamboa, Liborio Vidal o Lucely Alpízar (PRI) presumen desde sus cuentas de Twitter lo afortunados que son al representar al estado de Yucatán, donde probablemente ya están y estarán durante la Semana Santa disfrutando el buen clima de las playas.

La senadora Ana Lilia Herrera hace énfasis en redes sociales sobre la importancia de atender a las sugerencias del gobierno federal para este periodo de descanso.

Transcurre el día y las oficinas de Reforma se van vaciando, todo el lugar y las decisiones del país se encontrarán en pausa hasta el próximo lunes. Nadie corre detrás de nadie ni se esperan declaraciones.

Habrá que aprovechar esta paz que terminará pronto. La lista de temas está llena y los más importantes debe cerrarse antes de terminar con el periodo ordinario. Empieza la cuenta regresiva.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses