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Las elecciones del 1 de julio son el motivo por el que la publicación del reglamento para sembrar, cosechar y cultivar marihuana con fines terapéuticos y científicos se ha retrasado por seis meses, aseguraron especialistas en el tema. Agregaron que esta demora afecta la industria potencial para los campesinos, laboratorios, universidades e investigaciones nacionales que generarían ingresos y ayudarían a reducir los costos de los fármacos que contengan la planta.
Raúl Elizalde, papá de la niña Grace, quien se convirtió en la primera menor de edad en recibir autorización de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para importar desde Estados Unidos un medicamento que contenía cannabidiol, mencionó que el retraso, más que deberse a la revisión de los comentarios realizados por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), ocurre por el proceso electoral que se vive en México.
“Todas las personas sabemos que las elecciones atrasan temas delicados o que traen algún tabú implícito, a esto le sumamos que ningún candidato se ha pronunciado ni a favor ni en contra, han sido muy cuidadosos, le han dado la vuelta lo más que pueden al tema porque se tiene miedo a la opinión pública y al hecho de que esto puede quitar votos”.
Pablo Girault, consejero de México Unido contra la Delincuencia y miembro de la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (Smart), consideró que la falta de publicación es una táctica relacionada con los comicios. “No ven una ventaja política y sí una desventaja electoral, el retraso es una táctica dilatoria para no publicarlo y no hacer que la industria empiece a funcionar”.
Fabián Aguinaco, abogado que promovió el amparo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que los padres de Grace pudieran importar fármacos con cannabis, enfatizó que el uso medicinal de la planta es parte de un derecho humano a la salud y cualquier retardo que exista al regularlo trae perjuicios en quienes lo necesitan. Lamentó que las reglas del juego no estén escritas y que los candidatos a la Presidencia no hayan propuesto una agenda específica en el tema.
“Retrasar la regulación afecta a quienes sienten que ese es el camino para obtener la salud, desde luego hay un problema porque la salud no es algo que se deba dejar de lado, sino que se tiene que atender por ser un derecho humano, no es cuestión del calendario electoral, sino de ejercer un derecho a la salud donde toda la comunidad está interesada. También creo que es lamentable que hasta ahora no hayamos escuchado propuestas específicas de los aspirantes en esta materia”.
Carlos Lizardi, coordinador jurídico consultivo de la Cofepris, aseguró que el retraso se debe a que la comisión continúa revisando los comentarios que recibió el anteproyecto.
“Al ser sometido a consulta pública, el anteproyecto recibió más de 160 comentarios, en su mayoría para sugerir que se incluya el autocultivo”, indicó.
La dependencia ha reiterado que la siembra, cosecha y cultivo de marihuana sólo se podrá realizar con fines terapéuticos y científicos, así lo establece el anteproyecto del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Control Sanitario de la Cannabis y Derivados de la misma, que está publicado en el portal de la Cofemer.
Industria nacional paralizada
El 27 de junio del año pasado, Julio Sánchez y Tépoz, titular de la Cofepris, anunció que en 180 días (16 de diciembre) el mercado mexicano se abriría a la comercialización de productos a base de marihuana, y esto permitirá que en farmacias nacionales se vendan fármacos a base de cannabis, habría más acceso y reducción en los costos; 343 días después la situación para la industria nacional y para las personas que requieren de la importación de medicamentos es incierta.
“Nos gustaría tener un reglamento, una regulación para que exista una claridad en lo que vamos a poder hacer como empresa, saber cómo podremos invertir y hacia dónde debemos enfocar nuestras estrategias; sabemos que tendremos que cumplir con los lineamientos que se ordenen y esto llevará tiempo, pero la regulación debe publicarse lo antes posible”, aseguró Raúl Elizalde.
El activista dijo que la falta de regulación paraliza la producción porque no se sabe en dónde invertir, “estamos esperando lo que la autoridad diga, leímos los proyectos del reglamento, va por buen camino, se reconocen los usos industriales, los medicinales, pero lo tenemos que tener publicado para poder ahora sí invertir en estos productos”.
Agregó que los beneficios para las personas que necesitan de la importación de medicina radicará en que los precios disminuirán y se convertirán en productos accesibles. “Tendremos fármacos hechos en México, lo que atraerá un futuro en el que podamos exportar”.
Girault comentó que la inexistencia en la regulación aletarga a la industria potencial en el país. “Para nuestros campesinos, laboratorios, universidades, lo que generaría trabajo, ingresos y conocimiento, además de generar alivio a las personas que hoy no tienen acceso a estos fármacos porque importarlos es caro”.
Consideró que la falta de publicación del reglamento puede provocar que la sociedad mire hacia un mercado negro y quienes no puedan acceder “perderán la esperanza de tener medicinas para mejorar su salud”.
Fabián Aguinaco dijo que todos los medicamentos deben reglamentarse para fortalecer a la industria nacional: “hay que poner bases firmes para que su uso sea lo más benéfico posible para que el derecho a la salud no encuentre limitaciones por los trámites administrativos, pero sí se debe reglamentar para que se le dé un buen uso, lo mismo en la industria”.