En su búsqueda del sueño americano, los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos viven día a día con el miedo de ser detenidos por agentes migratorios, deportados y separados de sus familias, en especial tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
¿Cómo explicar una situación tan complicada, atemorizante y posiblemente traumática a los niños que son inmigrantes o tienen padres indocumentados? La respuesta la tuvo la artista, educadora y activista estadounidense de origen mexicano Victoria Álvarez, quien creó un cómic que busca ayudar a los pequeños a entender más sobre la deportación y la discriminación que pueden experimentar.
“Los niños también hablan de Trump”
Victoria Álvarez asegura que los niños también hablan sobre deportaciones, el miedo a los agentes fronterizos y la posible separación de sus familias.
“Al estar en el salón de clases escuchas lo que piensan los niños, pero de una forma diferente. Y ellos hablan de cosas como inmigración, de Trump, de las deportaciones, pero de una manera muy propia”, afirma.
La artista de origen mexicano asegura que trató de utilizar esa manera de hablar de sus alumnos para darle una voz a Rosita en el cómic, que fue publicado a principios de agosto pasado y ha sido distribuido a casi una docena de estados, a solicitud de iglesias, escuelas, organizaciones civiles, compañías de teatro y organizaciones que proveen asesoría legal a quienes lo requieran.
“La reacción del público ha sido grandiosa, no pensé que fuera a tener tanto impacto, sólo la creé para la gente aquí en Chicago, pero, obviamente, este es un problema en todo el país”, apunta Vicko.
El miedo no los frena
Victoria, quien con su familia ha vivido de primera mano el miedo a las deportaciones, asegura que vivir con ello “es algo que te ocupa 24/7. Tenemos que estar checando constantemente cómo están todos. Si vemos algo en las noticias, si hubo una redada o algo por el estilo, llamamos a nuestros primos o nuestras tías por el miedo a que algo pudiera pasarles.
“Tienes que seguir con tu día con normalidad, ir al trabajo, ir a la escuela, volver a casa”, afirma la artista.
Vicko se niega a dejar de alzar la voz por la comunidad inmigrante e indocumentada en Estados Unidos. “Quiero que la gente se dé cuenta de que estamos aquí y no vamos a vivir con miedo”, asegura.