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La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró de manera “total temporal” el proyecto número seis de la planta de la cementera Cruz Azul, localizada en Tula, Hidalgo, denominado “Construcción y operación de la Unidad de Molienda de crudo número 6”.
Este proyecto ocupa un área aproximada de 3 mil 588 metros cuadrados e incluye los siguientes equipos: banda transportadora, sistema de conducción de polvos hacia el filtro de bolsas, molino de crudo integrado por cuatro rodillos y mesa giratoria, tirantes hidráulicos, motor y reductor de velocidad del molino, sistema de inyección de gases calientes del horno número 9, mismo que en condiciones normales de operación, funciona con una carga de alimentación de 280 toneladas por hora, de una carga máxima de 300 toneladas por hora, lo que representa 93% de su capacidad de producción de molienda.
El material alimentado al molino de crudo número 6 es extraído de las tolvas de almacenamiento por dosificadores y transportado por medio de un sistema de transporte por bandas, descargando el material en el centro de la pista de molienda; al hacer girar los rodillos que ejercen una presión sobre el material contra la pista y se efectúa la molienda de la mezcla cruda.
EL UNIVERSAL buscó a las autoridades de la cementera Cruz Azul para tener mayor información, pero no hubo respuesta.
Cementos Cruz Azul genera 7 mil empleos directos en sus cuatro plantas de producción, centros escolares, centros de salud, hotelería y el equipo de futbol.
Las plantas están ubicadas en los estados de Hidalgo, Oaxaca, Puebla y Aguascalientes, con una producción total de más de 9 millones de toneladas anuales entre cemento gris, cemento blanco y mortero para albañilería.
En Tula, Hidalgo, la empresa tiene su sede en Ciudad Cruz Azul, conocida cooperativa, en la que, según su propia página, viven más de 28 mil 600 personas.
