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El grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para que sea considerado como delito de corrupción de menores obligarlos, inducirlos, facilitarles o procurarles el consumo de bebidas alcohólicas, debido a que las prevalencias de ingesta de tabaco, alcohol y drogas médicas e ilegales, en personas de 12 a 65 años, ha aumentado.
A través de la diputada Mirza Flores Gómez se presentó una iniciativa para reformar el artículo 201 del Código Penal Federal, debido a que la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat 2016) revela que entre 2011 y 2016 se registró un aumento de 47% de los mexicanos comprendidos en ese rango de edad que consumieron drogas al menos una vez en su vida.
La cifra pasó de 5.7 millones a 8.4 millones en cinco años. Además, creció el número de mujeres que alguna vez experimentaron droga. La cantidad fue de 926 mil a 3.9 millones; aumentó 2 millones 974 mil mujeres, que equivale a 105%.
Flores expuso que la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes 2014 reveló que en el grupo de 14 años de edad o menores, 46.2% mencionó el alcohol como droga de inicio; de esta cantidad, 53.3% refirieron ser estudiantes de tiempo completo.
“La niñez y adolescencia son un sector vulnerable, situación que se agrava al hacer contacto con cualquier droga, en este caso el alcohol. Lo que coloca a los niños en esta situación de fragilidad, no es su condición de menores de 18 años, sino las estructuras sociales que están construidas desde una perspectiva adulto-céntrica, ignorando cualidades infantiles y adolescentes”, alertó.
Expuso que el contexto social al que se enfrentan niñas, niños y adolescentes es hostil, la violencia que se ejerce desde los hogares por la falta de oportunidades y la desigualdad económica ha contribuido para que México ocupe el primer lugar en abuso sexual, violencia física y homicidios de menores de 14 años, entre países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“En la personalidad adictiva convergen múltiples factores; sin embargo, es necesario evidenciar que el ambiente en el cual se desarrolla la niñez y adolescencia mexicana no ha garantizado el pleno ejercicio y protección de sus derechos humanos”, denunció.
La diputada resaltó que “en este desencanto hacia la realidad, aunado a la poca tolerancia, frustración de la niñez y adolescencia hacen su primer contacto con el alcohol, con la falsa idea de encontrar un analgésico a aquellas emociones o situaciones que aún no pueden comprender, pero que les resultan dolorosas”.
Por ello, destacó la importancia de considerar como delito de corrupción de menores a quien los obligue, induzca, facilite o procure a consumir bebidas alcohólicas.