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La ciencia puede ser divertida y no se encuentra sólo en los laboratorios de científicos expertos y con altos grados académicos. También puede estar en las manos de niños con intereses precisos.
Se trata de mil 557 niños de 9 a 17 años que actualmente participan en el Programa Adopte un Talento (Pauta), la opción de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para desarrollar el interés por la ciencia.
“Pauta, significa para los niños tener una oportunidad”, resumió uno de los fundadores del proyecto, el investigador emérito del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) y actual coordinador del Centro de Ciencias de la Complejidad (C3), Alejandro Frank Hoeflich.
“Es como un ‘pumitas’ de la ciencia”, ejemplificó otro de los fundadores, Jorge Hirsch, también del ICN.
Los intereses de estos pequeños creadores se encuentran en todos lados: desde la elaboración de un calentador solar de agua con materiales reciclables, el diseño de una molécula antioxidante para atrapar radicales libres, un purificador de agua de lluvia, una diadema contra los movimientos involuntarios que causa el mal de Parkinson y una simulación de los patrones de vibración de esa enfermedad, son desarrollados por niños y adolescentes que participan en este taller.
Desde noviembre de 2007, este proyecto, ideado y desarrollado por un grupo de científicos y educadores del ICN, el Instituto de Biotecnología (IBt) y la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM, acompaña a estudiantes con interés y habilidades para la ciencia, desde preescolar hasta preparatoria. Actualmente cuenta con mil 557 estudiantes en sus sedes de la Ciudad de México, Chiapas, Morelos y Michoacán.
Para darse un “baño calientito” en su vivienda rural de los Altos de Chiapas, en San Cristóbal de las Casas, Xóchitl Guadalupe Cruz López, de nueve años, y quien cursa el tercer año de primaria, desarrolló un calentador solar con materiales reciclados de bajo costo.
Tiene dos puertas de vidrio y mangueras que conducen el agua a botellas y a un tinaco.
“Pauta me ha ayudado a reflexionar y a saber cómo podemos hacer muchas cosas, especialmente de ciencia”, dijo la niña, que desde los cuatro años participa en la sede Chiapas del programa.
Con su calentador solar, Xóchitl se ha convertido en la primera niña que obtiene el “Reconocimiento ICN a la Mujer”, que otorga esa entidad de la UNAM.