La Arquidiócesis de México llamó a todos los católicos del país a proteger y ayudar a los migrantes centroamericanos en su paso por el país y en no verlos como una amenaza.
“La Caravana Migrante es un desafío para México. La Iglesia en nuestro país, fiel al mandato de Jesucristo de acoger al forastero, pide a la comunidad católica proteger a estas personas en su paso por nuestras tierras: “el infierno”, como le llaman los migrantes”.
A través del editorial titulado “Nuestro deber con los migrantes”, publicado en el semanario religioso Desde la Fe , la iglesia aseguró que “ningún ser humano es ilegal”, y su movilización se debe a una búsqueda de un mejor futuro.
“Son miles de personas que buscan su supervivencia o un mínimo de decoro en su estilo de vida, éste debe ir más allá de sospechas, indicios e implicaciones políticas o legales, pues constituye un grito de denuncia del silencioso e inhumano desplazamiento como han dicho los obispos nacionales, quienes no han titubeado en movilizarse para brindar auxilio a los migrantes”, señaló.
En el texto, la Arquidiócesis que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes lamentó las especulaciones de que esta migración intenta desestabilizar a México y a los Estados Unidos.
“Incluso hay quienes ven la mano estratega del presidente norteamericano Donald Trump, cuya popularidad se ha elevado de manera sorprendente a raíz de su postura, en el sentido de impedir que la caravana centroamericana logre llegar a la tierra prometida”.
La iglesia reiteró que no existe persona ilegal y que está movilización tanto en América Central como en México, constituye sólo la “punta del iceberg” del sufrimiento de millones de personas a causa de la pobreza, la injusticia, la violencia, la corrupción y la falta de oportunidades.
“No es momento de culpabilizar a nadie como señala el episcopado hondureño puesto que sería mirar de manera superficial el problema sino de generar pactos sociales que ofrezcan oportunidades permanentes para la realización personal de los migrantes y de sus familias”.
El artículo concluyó que el reto para los mexicanos es no ver la Caravana Migrante como una amenaza al bienestar propio sino una oportunidad de servir cristianamente a quienes han dejado todo por alcanzar una vida más digna.
“No hay que olvidar que en la migración, no son números los que están juego, sino vidas humanas, como nos lo recuerda constantemente el Papa Francisco”, finalizó.
lsm