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En las preparatorias del país, 13 de cada 100 estudiantes reportaron que no se sienten seguros al permanecer al interior de sus planteles escolares. Consumo de alcohol y drogas , robo , narcomenudeo , agresiones físicas y sexuales son las conductas ilícitas que ocurrieron dentro y fuera de las escuelas, según lo que reportaron directores, profesores y estudiantes en el estudio “Evaluación de la oferta educativa en educación media superior” del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

De acuerdo con el estudio, que presentó el instituto en conferencia de prensa, el tipo de servicio educativo con más estudiantes que dijeron no sentirse seguros en sus escuelas son los alumnos de Conalep y los bachilleratos estatales. En general, el tipo de servicio donde maestros, directores y alumnos reportaron con mayor frecuencia la existencia de actos violentos y conductas ilegales fue en los sistemas Conalep.

La consejera del INEE Teresa Bracho explicó que es en este sistema educativo donde se presentan con mayor presencia porque sus planteles están ubicados en las zonas más marginadas de las ciudades y estados.

“Estamos viendo cómo se vive la experiencia educativa y sí nos señala focos de atención: si el director dice que hay un problema de seguridad en torno al plantel, estamos hablando de una situación que no es responsabilidad del sistema educativo en estricto sentido, pero que sí afecta a la vivencia de los estudiantes y docentes. En Conalep, lo que tenemos es en dónde están ubicados: sin duda son zonas.

más marginadas, ese es el tema", señaló en conferencia de prensa.

En general, al interior de los planteles, por parte de sus compañeros, profesores o directores, 27% de los estudiantes sufrió agresión verbal, 16% robo, 15% difamación, 11% agresión física, 8% discriminación o exclusión, 5% fueron presionados para hacer cosas que no querían, 4% sufrieron extorsión y 2% fueron víctimas de agresiones sexuales. Mientras que los profesores observaron robos, acoso escolar, peleas, consumo de drogas, vandalismo, venta de drogas y agresiones sexuales.

Los directores reportaron ante el INEE que en los últimos 12 meses, 49% presenciaron consumo de alcohol en los alrededores de sus planteles; 43% vieron robos; 37% presenciaron consumo de drogas: estupefacientes, inhalables y solventes, 28% vandalismo, 25% peleas, 20% venta de drogas y 7% violencia sexual: acoso, abuso o violación.

ESTUDIANTES POBRES CON EDUCACIÓN DE MENOR CALIDAD

Al presentar las conclusiones del reporte, el INEE señaló que “los estudiantes que obtienen resultados más bajos son aquellos que asisten a los planteles con menores recursos”, situación en la que se encuentran principalmente los telebachilleratos y los sistemas de educación comunitaria.

En su mayoría, los planteles que prestan el servicio educativo bajo estos esquemas ocupan espacios que no fueron construidos específicamente para ellos, son los que presentan mayores desafíos en cuanto a que no tienen salones, laboratorios o salas de maestros, son los que tienen menos computadoras para sus estudiantes y menor acceso a internet.

"En efecto, estamos ofreciendo menos a los que menos tienen. Con su eje de equidad e inclusión, uno esperaría que el nuevo modelo educativo pudiera modificar la manera de operar políticas destinadas pero hasta la fecha, la política no ha sido de equidad sino de cómo le hacemos para llevar una oferta educativa a los lugares más dispersos. De alguna manera se requiere mucho más esfuerzo desde el punto de vista presupuestal y de incentivos", señaló Sylvia Schmelkes.

En general, reporta el estudio, los maestros mexicanos de media superior no están preparados para educar a sus alumnos bajo el sistema de competencias que los preparará para enfrentarse mejor a los retos del mundo globalizado.

Este es el llamado enfoque de competencias, el cual parte de la idea de que los estudiantes son sujetos activos que se involucran en la construcción de sus aprendizajes; requiere que propongan actividades o trabajen en proyectos.

Sin embargo, los métodos de evaluación y cátedra en las aulas continúan siendo tradicionales, según lo que recabó el estudio puesto que sólo entre 18% y 31% de los alumnos de bachillerato reporta que “en todas” las materias el maestro invita a sus estudiantes a proponer actividades en clase, relacionar lo aprendido en distintas materias, trabajar por proyectos.

Además, existe un 27% de profesores que no tienen capacitación para promover el aprendizaje autónomo de sus estudiantes, 25% evaluar sus competencias, 23% planear sus clases por competencias y 19% desarrollar estas competencias en sus estudiantes.

“Los docentes no han sido formados pedagógicamente ni didácticamente para afrontar su responsabilidad ante los grupos. Por lo tanto, cuando se incorpora una nueva modalidad curricular, los docentes adquieren el vocabulario pero no tienen las herramientas suficientes para poderlo traducir a modificaciones en su práctica cotidiana", señaló Jorge Hernández Uralde, titular de la Unidad de Evaluación del INEE, quien presentó el estudio.

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