El cardenal Carlos Aguiar Retes pidió a sacerdotes seguir el ejemplo de Jesús y seguir sosteniendo a la comunidad cristiana.
Al pronunciar su homilía como parte de la misa Crismal en la Catedral Metropolitana , Aguiar Retes , resaltó que la fidelidad vivida por Jesús hasta el extremo de la muerte es la razón de la esperanza de los presbíteros para ejercer su ministerio. Recordó que Jesús transmitió a sus discípulos en la última cena esa fidelidad “ convirtiéndolos en sus apóstoles, mensajeros de la Buena Nueva de la presencia de Dios en el mundo ”.
“ Para ser como Jesús, testigos fieles, los sacerdotes debemos recordar que la frase al final de la Consagración del vino: Hagan esto en memoria mía, está dirigido especialmente a nosotros los sacerdotes ministeriales, para cumplir la misión redentora de Jesús en nuestra propia persona y con la comunidad de fieles, que nos ha sido encomendada, para ser testigos creíbles, en lo personal y en lo comunitario ”, expresó.
El arzobispo primado de México refirió que el Jueves Santo se recuerda la Institución del Ministerio Sacerdotal que se encomienda a los discípulos de Cristo para que conduzcan como pastores a la comunidad cristiana “ en el conocimiento del verdadero Dios y hacer presente su inmensa misericordia ”.
Resaltó que el sacerdote “ alimenta la fe y alienta la esperanza del pueblo ”, además de que le enseña a la población a interpretar los tiempos para “ descubrir la voz de Dios ”, además de que acompaña a la comunidad cristiana para poner en común las propias experiencias de vida.
“ De esta manera, los fieles cristianos llegan a la celebración de la Eucaristía con su ofrenda existencial de lo que han hecho, y presentan sus necesidades para ponerlas en manos de Jesucristo, quien las lleva al Padre para que envíe su Espíritu y acompañe a los fieles en la continuidad del servicio, que han descubierto y han asumido, como voluntad del Padre ”, enfatizó.
La misa crismal es la celebración en la que el obispo, acompañado de los sacerdotes de su diócesis, bendice los óleos catecúmenos y de los enfermos. El rito de esta misa incluye la renovación de las promesas sacerdotales.
Tras la homilía, el obispo invitó sus sacerdotes a renovar su consagración y dedicación a Cristo y a la Iglesia. Juntos prometen solemnemente unirse más de cerca a Cristo, ser sus fieles ministros, enseñar y ofrecer el santo sacrificio en su nombre y conducir a otros a él.
Por la tarde el cardenal realizará en la Catedral Metropolitana el rito del lavatorio de pies, por primera ocasión lo hará con 12 reos ; en años anteriores se acostumbraba que el cardenal lavara los pies de seminaristas.
mcp