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Educando, dialogando, intercambiando y compartiendo, es la manera en que los seres humanos muestran misericordia a sus semejantes aseguró Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México.
A los fieles católicos que asistieron a la catedral de Tlalnepantla para escuchar misa, les dijo que es difícil entender con aquel que piensa lo contrario a lo que uno acepta pero el evangelio habla de la aceptación de los demás.
“En nuestros grupos humanos, incluso en los católicos, a veces creemos que alguien nos estorba porque piensa distinto, diferente, decimos: ojalá que se fuera, pero este evangelio dice que la comunidad permitió que el apóstol Tomás perteneciera a los discípulos a pesar de que no creyó en la resurrección de Cristo”.
El cardenal aseguró que la maravilla de una comunidad radica en que la fe de unos sostiene la fe de otros cuando están en una situación en la que desconfían. “Piensan que Dios los ha abandonado, pero la comunidad cristiana es el seno de una madre que consuela, recibe y ayuda, el seno de una familia solidaria, eso es la iglesia”.
Agregó que la comunidad es importante, porque permite tener la disposición para ser solidarios particularmente en términos espirituales y económicos.
Dijo que para reconocer la riqueza en el interior de un corazón ajeno es necesario conocer y tratar al otro, “solo así conoceremos la solidaridad espiritual”.
El purpurado dijo que la familia es la célula de la iglesia porque cada una forma una comunidad que se va uniendo a otras y entre éstas existe solidaridad espiritual y económica.
Durante las oraciones, Aguiar Retes pidió elevar una súplica por aquellos que no creen en Dios o han perdido la esperanza para que el señor los colme con su resurrección.