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Nueva York.— El testigo número 18 de la fiscalía de Estados Unidos compareció ayer en la Corte de Distrito Este de Brooklyn, Nueva York, para declarar en el juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública de México Genaro García Luna y señaló presuntos actos de corrupción en el gobierno de Humberto Moreira en Coahuila.
Héctor Villarreal Hernández, quien fuera secretario de Finanzas en el gobierno de Moreira, dijo que por órdenes del gobernador se cometieron desvíos de recursos y corrupción relacionados con obras públicas. Esos recursos, señaló, habrían sido utilizados por Moreira para campañas políticas y compra de propiedades en Saltillo, Cuernavaca y la Ciudad de México.
Según el testigo, García Luna también usaba el dinero para sobornar a medios. Aunque el juez Brian Cogan había rechazado que se incluyera en el juicio el tema de los presuntos sobornos a medios, por considerar que no era importante para la causa contra García Luna, también dijo que podría permitir que se abordara de manera “precisa”, relacionada con los fines del juicio, que busca determinar si el exfuncionario incurrió en delitos de narcotráfico, siendo parte de la nómina del Cártel de Sinaloa.
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Villarreal dijo que García Luna pagaba 25 millones de pesos mensuales a EL UNIVERSAL para limpiar su imagen, pues era señalado por sus vínculos con narcos. La fiscal Erin Reid mostró una factura con el sello del periódico. En ella se lee que se trata de un pago por concepto de Publicidad de campaña de rescate al turismo 2009. No hubo más pruebas de presuntos sobornos.
El testigo indicó que tiene copia de muchas facturas de supuestos pagos ligados a la corrupción de Moreira; sin embargo, en su turno, la defensa le preguntó sobre los beneficios que obtiene al participar en el juicio.
Reconoció que podría ayudar a su sentencia, además de obtener una visa, lo que, indicó la defensa, muestra la poca credibilidad del testigo.
En su testimonio, Villarreal narró que conoció a García Luna en 2008, cuando él y Moreira visitaron el búnker de la Policía Federal. Y que allí el exsecretario les mostró el funcionamiento del sistema Pegasus, que, según Villarreal, no adquirieron por temor a ser espiados. Sin embargo, una revisión hemerográfica de EL UNIVERSAL muestra que el búnker se inauguró el 24 de noviembre de 2009.
Apuntó que García Luna intentó vender al gobierno de Moreira el sistema de espionaje, en el ojo del huracán por las denuncias de que ha sido empleado para espiar a periodistas. Sin embargo, NSO, la empresa que desarrolló Pegasus, se creó en 2010 y hasta 2011 comercializaron el software. Esto es tres años después de la fecha dada por Villarreal. En un comunicado, Moreira aseguró que “jamás recorrió el búnker”, que “rechacé trabajar con la Secretaría de Seguridad del gobierno de Felipe Calderón” y que coincidió con García Luna tres veces: “Una, en su despacho, en la que fui invitado a recorrer el llamado búnker, la cual decliné. La segunda, a través de nextel, recriminando una invasión por parte de funcionarios policiales, portando armas largas a las instalaciones del comité directivo estatal del PRI... En esa llamada se originó una álgida discusión, profiriéndonos graves insultos verbales. ¿Cómo sería posible, llegado este punto, que el señor García Luna me pidiera un favor, de cualquier índole? La tercera y última ocasión fue pública, en una Conago saludando a todos los gobernadores”, aseguró.
Villarreal se entregó voluntariamente a las autoridades en El Paso, Texas, tras ser liberado bajo fianza en México en 2012. Estados Unidos lo acusa de lavado de dinero. De ser hallado culpable, sería sentenciado hasta 20 años de prisión y una multa de 66 millones de dólares. El fallo está previsto para abril.
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