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José Rafael Lora Jiménez sintió que volvió a nacer, luego de la experiencia amarga que vivió en Israel por el conflicto bélico en ese país.
Originario de Acaponeta, Nayarit, el señor de 65 años formaba parte de un grupo de 51 mexicanos de Sinaloa, Nayarit y Michoacán que viajaron para conocer la Tierra Santa, en el Medio Oriente.
"Me siento otro, me siento otro", afirma sonriente.
Ataviado con una gorra y una playera con el nombre de su municipio, Lora Jiménez recuerda que los dos primeros días de los ataques contra Israel no sentían miedo, pues estaban próximos a retornar a México.
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Sin embargo, relata a EL UNIVERSAL, que cuando estaban por pasar a la segunda revisión en el aeropuerto de Tel Aviv, para tomar el vuelo de regreso, la situación cambió.
"Estábamos por pasar a segunda revisión cuando sonaron las alarmas, ya veníamos para México, y la aerolínea nos canceló el vuelo".
Desde ese momento, asegura, el miedo invadió al grupo que nunca se imaginó quedar atrapado en medio de un conflicto bélico.
Lora Jiménez afirma que durmieron en el piso y cuando sonaban las alarmas de advertencia de ataque, salían corriendo a esconderse a un refugio que las autoridades les indicaban.
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"Corríamos todos a escondernos al lugar que nos decían ellos. Pasamos de lo dulce a lo amargo", señala.
Ante lo vivido, el señor José Rafael afirma que por ahora no le quedan ganas de regresar a Israel. "Ahorita, por lo pronto no".
Refiere que cuando supo que el gobierno de México enviaría un avión para regresarlos a México, se pusieron felices y contentos.
"Siempre tuve fe de que iba a regresar a mi país", concluye mientras espera un autobús en la Base Aérea Militar de Santa Lucía, Estado de México, para regresar a su comunidad de origen.
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