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Pitiquito, Sonora.- En su cuarta gira dentro del proceso de transición, la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum se encontró con una de las verdades más profundas de México: el pueblo Seri.
Ante la nación Seri se comprometió a no fallarle a los pueblos originarios ni al pueblo de México.
“Recibo este bastón de mando con mucha responsabilidad sabiendo lo que significa para ustedes y lo que significa para nosotros; lo recibo con mucha responsabilidad y que no les vamos a fallar, vamos a seguir trabajando con el pueblo Seri y para el pueblo de México”, dijo en tono solemne.
Sheinbaum aseguró que una vez que asuma la Presidencia gobernará bajo los principios del “humanismo mexicano” en donde la máxima será que “por el bien de todos, primero los pobres… por eso hablamos de continuidad de la cuarta transformación, porque eso no va a cambiar”.
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También se comprometió a impulsar la reforma constitucional en favor de los pueblos indígenas y afromexicanos, que presentó la actual administración y que entre otras cosas, da a los pueblos indígenas personalidad jurídica y con ello manejo de recursos públicos.
Ayer la futura Mandataria recorrió, junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador, esta comunidad pesquera enclavada entre el desierto y el Golfo de California donde la promesa de tener agua potable todavía tendrá que esperar al mes de agosto.
Para llegar cruzaron el desierto en un recorrido de casi 190 kilómetros, de los cuales, los últimos 14 kilómetros, fueron terracería rodeaos de cactus y órganos.
A diferencia de otros días cuando solo se ve levantarse la arena por las ventiscas; elementos del Ejército, Marina y Guardia Nacional cuidaron la zona considera de peligro por los lugareños.
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Sheinbaum fue la primera en descender de la Suburban blanca, pero los niños centraron su mirada en “Tata Amlo” como llamaron al Jefe del Ejecutivo.
Autoridades indígenas del Consejo de ancianos les dieron un bastón de mando y como bienvenida se ofreció una danza tradicional de Pascola.
Sheinbaum escuchó a Rey Aldino, secretario de gobierno tradicional de Punta Chueca y Desemboque, quien dio la bienvenida al territorio de la nación seri. “Nos da mucha alegría y esperanza que hoy nos acompañe”.
Gabriela Molina, líder de la etnia Seri, recordó que su pueblo estuvo a punto de ser exterminado, pero la presencia de Sheinbaum -dijo- representa la esperanza y continuidad del compromiso del Plan de Justicia para su pueblo e Isla Tiburón, donde lo principal es el acueducto, que está avanzando, “pero todavía falta”.
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Paciente, entre polvaderas que se levantaban por las ventiscas, Sheinbaum tomó apuntes y consultó al oído al Presidente.
Ante las peticiones de las autoridades indigenas para la construcción de tres nuevos caminos, Sheinbaum le pidió a López Obrador que se incluya recursos para construirlos en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2025.
Sheinbaum se comprometió a regresar con el pueblo Seri, ya como la primera Presidenta de México, y dar continuidad al plan de justicia iniciado por su antecesor.
Nostalgia por el adiós de AMLO
En la revisión del Plan de Justicia para el Pueblo Seri, una mujer interrumpió el mensaje del Presidente Andrés Manuel López Obrador, no para reclamarle, sino para señalar que será recordado “para toda la vida”.
“Y a nuestra Presidenta le abrimos el corazón, los brazos, para arroparla, apoyarla… y para caminar junto a ustedes”.
El presidente López Obrador destacó que Sheinbaum lo va a representar.
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“Ella ella nos va a representar es nuestra presidenta, va a ser mi presidenta y la presidenta de todos los mexicanos”.
Al término del evento Sheinbaum se retrató con mujeres seris, entre ellas, Kenia Estrella, de 22 años, quien como sus ancestros pintó su rostro con triángulos rojos, flechas azules con punta blanca.
“Es muy emocionante y se siente muy bien que una mujer gobierne, es la primera Presidenta”, aseguró emocionada la mujer que confía en que Sheinbaum haga más cosas por el pueblo Seri que el “Tata Amlo”.
uul
